Good Heart «김태형» ✓ EN EDICIÓN

♥ Veintinueve ♥

El sonido del timbre nos indicó que ya era hora de retirarnos.

O al menos a la mayoría de los estudiantes.

—Harmieh.

Respiré profundo y a giré sobre mis talones, para ver al proveedor de aquella voz.

—Al salón de profesores, detrás de mí— ordenó.

Sin decir palabra alguna caminé detrás de él, no podía hacer nada que empeorara la situación, y no quería que a Taehyung le pasara algo.

Noté a un alumno de espaldas hablando por teléfono, pero no le dí importancia. Simplemente pasé por su lado y extrañamente su aroma se me hizo conocido.

Una vez en el salón me senté en la silla frente a la mesa que le corresponde a los profesores, esperando a que me soltara el sermón para irme de una buena vez.

Pero lo que ocurrió a continuación me comenzó a desestabilizar.

Cerró la puerta con seguro, evitando a que alguien pudiera pasar. Se posicionó delante de mí y levanté la mirada para verlo.

—¿Qué intentas hacer?— titubeé.

—Veo que a las chicas como tú hay que castigarlas— comentó y con su mano tomó mi mandíbula de una manera nada delicada— ¿no lo crees?

—Suéltame— ordené.

—No hay nada que puedas hacer, estás encerrada entre cuatro paredes— recordó— y con un profesor que intenciones buenas no se trae— concluyó y soltó su agarre de manera brusca, haciendo mi rostro girar y mi cuello tronar.

—¿Por qué la agarras conmigo?— escupí con rabia, levantándome de mi lugar.

—Dos cosas— comenzó a decir, pero antes rozó sus dedos con mis labios, los aparté bruscamente y sonrió de manera malévola— eres la clave para hacer débil a Taehyung, que es esa la que más me interesa; no podrá defenderse si está frágil. Y segundo, porque estás linda y buena; un trabajo manual puedo hacer contigo.

—Eres un capullo, sólo te meterás con él si está débil. Y para que sepas ¡no soy una–

—¿Puta?— completó haciéndome callar— sí lo eres, Harmieh, no engañas a nadie con esa carita— insultó.

Lo siguiente fue mi mano en su rostro, y no una caricia, una buena bofetada que lo hizo ver las estrellas y más allá.

Giré su rostro a un ángulo de 180°, bueno, casi, porque su cabeza naturalmente no puede girar tanto. El punto es que le había dolido en el orgullo y físicamente mi agresión. Es que la merecía desde hace mucho tiempo.

Por aprovecharse de mí.

Llamarme ofrecida.

Por meterse con Jimin.

Por todo lo que ocurre con Taehyung.

Y por su falta de respeto.

—No eres una mierda para faltarme el respeto— negué con la sangre hirviente.

Él me observó unos segundos de manera seria. En un movimiento ágil e inesperado me acorraló a la pared, haciendo mi cabeza chocar contra ella.

—¡Estúpido!— chillé al sentir aquel dolor expandirse.

—¿Cómo sabes que me gusta la violencia?— susurró cerca de mi oído, y juro que sentí deseos de vomitar.

—¡Suéltame!— lo empujé con todas mis fuerzas, logrando apartarlo.

—¡Cállate!— gritó molesto y alzó su mano con intenciones de devolverme el golpe, cerré mis ojos a causa del impacto pero..

No hubo golpe alguno.

Un estruendoso sonido se hizo presente, luego un golpe y un quejido. Abrí los ojos y quede más que impactada al visualizar y procesar todo.

—¡La vuelves a tocar y mueres!— amenazó agarrando el cuello de su camiseta, estaba tirado en el suelo después de haberle regalado un puñetazo— y literalmente.

—¿Qué harás?— retó con su boca llena de sangre, a causa de los golpes previos.

—Te expulsarán— aseguró— vámonos Harmieh— indicó y tomó mi mano, sacándome casi a rastras del salón.

Una vez fuera del área escolar, continuó caminando rápidamente pero me solté de su agarre y se detuvo a verme.

—¡¿Ahora qué?!— interrogó molesto.

Estábamos parados en un callejón donde no predominaban personas; nos encontramos solos.

—¿Por qué te enojas conmigo?— pregunté en un tono más suave. Noté cómo respiro hondo alejando su enojo.

—No estoy molesto contigo— negó y agachó su mirada.

Me acerqué un poco a él y no hizo esfuerzo en alzarla, pues su ángulo era perfecto para verme. Lo único que debía hacer era conectar sus ojos con los míos.

—¿Y con quién estás molesto?— cuestioné confundida, sin ningún tipo de molestia.

Repentinamente tomó mis hombros y me llevó hacia la pared, apegándome a ella. No de la misma manera que Eunwoo, él fue más delicado, evitó que doliera. A continuación me acorraló a ella y sus ojos quedaron fijos sobre los míos.

Anonadada.

—¿Qué haces, Taehyung?— indagué totalmente confundida por su acción.

—¿Quieres saber con quién estoy molesto?— habló, aplicando un tono de enojo, pero detrás de aquella envoltura pude detectar otro sentimiento oculto.

¿Aflicción?

—Sí— afirmé atentamente.

Apretó sus labios y frunció el entrecejo, desviando la mirada y regresando el contacto visual de manera inmediata; noté mucha inquietud.

Quería acariciar un poco su brazo, transmitiéndole confianza para que me contara, pero al percatarse de lo que quería hacer las detuvo rápidamente, agarrándolas y apegándolas a la pared sobre mi cabeza.

Impactante..

Inesperado..

Repentino..

—Estoy enojado conmigo— replicó en un tono apenas audible, desviando su vista hacia el suelo.

—¿Por qué lo estarías?— indagué preocupada, observando su expresión atentamente.

—¡No puedo controlarme!— exclamó desprendiendo rabia por sus palabras. Procedió a mirarme nuevamente, y su expresión cambiaba a una afligida— ¿vale? Estoy molesto conmigo porque no puedo controlarlo.

—¿No puedes controlar qué?— interrogué perdida.

—Esa necesidad de protegerte a toda costa— respondió directamente.

Abrí mis ojos más de la cuenta, sorprendida por su declaración, pero sin mencionar una palabra.

—Sí— afirmó— no puedo quedarme de brazos cruzados cuando te veo hablando con un extraño, o cuando no te sientes bien. Me preocupa tu estado, esa es la verdad— confesó— ¿¡por qué me preocupa!?— exclamó nuevamente— ¡dime!— ordenó al no escuchar respuesta de mi parte.

—No sé— titubeé, comenzando a intimidarme por su mirada tan fija y su voz tan firme.

Su expresión finalmente se tornó totalmente dolida. Soltó mis manos sin mencionar ninguna otra palabra, y comenzó a caminar, dejándome detrás y por lo visto sin ninguna intención de volver a girarse para seguir hablando.

¿Es normal estar totalmente confundida?