Good Heart «김태형» ✓ EN EDICIÓN

♥ Siete ♥

-Jungkook..- suspiré aliviada al verlo, pero no pude contener mis lágrimas- estoy sola ¿verdad?

-¡No!- negó rápidamente- ¿cómo que sola? ¿Acaso se te olvidó quién es tu mejor amigo?- cuestionó con un pequeño tono de indignación.

-Tú- recordé- pero tienes a tus amigos, no es lo mismo. Ahora mismo si te vas con ellos yo estaría sola.

-No iría a ninguna parte si no fuera contigo, Finn- negó, retirando delicadamente una lágrima deslizándose por mis mejillas- Yechan estaba bastante sensible hoy también- me contó.

-¿Por qué?

-Por la misma razón por la cual tú estás mal. Se siente mal por tí, sabía lo mal que te pondrías cuando tuvieran que separarse por estas circunstancias. Además confesó sus sentimientos hacia mí, los cuales fueron correspondidos- se detuvo para sonreír afligido- pero su contrato no se lo permite.

-¿Entonces?

-Le propuse conocernos más, y si quería, poder llegar a algo más allá; no afirmó, pero tampoco se negó, se justificó diciéndome que sentía miedo de lo que pudiera pasar.

-Jungkook, no la presiones- pedí amablemente- está bastante estresada y frustrada con el tema del debut y quiere todo salga perfecto, sólo dale tiempo.

-En la vida no se puede perder tiempo, Harmieh- aconsejó.

-Esa frase ya la he escuchado antes- hablé y sonreí levemente- ¿qué harás entonces?

-Quería llevarla a salir- respondió sin más.

-Buena sugerencia- apoyé- si necesitas algo de ayuda sabes con quién hablar- recordé divertida, provocándole una sonrisa.

-Te quiero mucho, princesita- dijo para luego acercarse más y envolverme entre sus brazos, formando así un reconfortable abrazo.

-Yo a tí más, Jungkookie.

-¿Te sientes mejor?- preguntó comenzando a deshacer la muestra afectiva.

-Sí- aseguré con una sonrisa- gracias.

-Bien, ahora a clases- ordenó- no estarás todo el día aquí, y si alguien me pilla estaré en problemas- continuó divertido.

-¿Qué harás luego de clases?- cuestioné.

-Quedé con los chicos, ¿recuerdas?

-Cierto. Y querías que te acompañara ¿no?

-En efecto- afirmó- pero ocurrió un pequeño e inesperado problemilla- informó con una sonrisa nerviosa- tengo que buscar a mi prima menor a la escuela y llevarla a sus clases de baile.

-Soyeon me cae mal- comenté con una sonrisa inexpresiva y perturbadora a la vez.

-A mí también, pero es obligatorio- confirmó con una rodada de ojos.

-¿Entonces qué quieres que haga?

-Ve con Taehyung- indicó sin más.

¿Que haga qué?

-¿No puedo ir con Jimin?- interrogué rápidamente, esperando una respuesta afirmativa.

-Jimin ya se fue, tenía menos clases hoy. Pero ¿tanto te avergüenza pedirle un favor a Tae?

-No quiero hablar con él, menos voy a querer que me lleve adonde van- informé.

-Sé que empezaron con el pie izquierdo, pero conócelo, es buen chico- sugirió y comenzó a caminar hacia la puerta, con cuidado de que nadie se encontrara fuera. Al no ser así, continuó su andar hasta su clase, no sin antes avendarme un beso al aire cariñosamente.

Jeon Jungkook ¿qué voy a hacer contigo?

Regresé al salón y caminé hasta mi lugar, quedando nuevamente junto al chico con el cual tendría que hablar sobre el tema. Una notificación fue audible y rápidamente sacó su celular, viendo de quién se trataba. Frunció el ceño para luego dirigir su mirada hacia mí, posteriormente tecleó una respuesta y guardo su celular.

¿Por qué me miró así?

• 착한 마음씨 •

Me sentí aliviada al salir después de mi última clase del día. Caminaba en dirección a mi casa, pero alguien me detuvo agarrando mi brazo detrás de mí. Me giré dispuesta a reclamarle, pero al ver de quién se trataba simplemente opté por guardar silencio.

-Vamos- indicó.

-¿Dónde?- pregunté confundida.

-No te hagas- negó seriamente- Jungkook me pidió que te llevara ya que él no podía- explicó.

-No te creo- negué insegura.

Puso sus ojos en blanco y sacó su celular de su bolsillo, mostrándome el mensaje donde mi amigo le pedía que fuera con él al lugar donde habían quedado. Viéndome convencida, me dedicó una sonrisa forzada y exageradamente amplia, donde la falsedad era notoria.

-¿Felíz?- indagó sin dejar de sonreír.

-Vale, sólo vámonos- ordené para así comenzar a caminar.

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