CAPÍTULO 48

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DIOSA DE LA DISCORDIA.

Pandora

Lo que estaba previsto para una semana de desfiles y eventos quedó reducido en dos días por motivos de las sombras y de propias investigaciones en curso que tienen que ser avanzadas. Aun así, fueron dos intensos días que se vivieron como si hubieran sido una semana.

Pero, por desgracia, el mal nunca descansa y yo debo ser una sombra muy escurridiza para cumplir mis planes, en los cuales Dante no entra dentro de la ecuación. Son asuntos entre los altos cargos de la SOMFE, Cazadora y las sombras.

Además, en dos semanas es su cumple y no puedo tenerlo a mi lado mientras consigo sus regalos y planeo la sorpresa que estoy preparando.

Por eso estos días estoy trabajando en solitario, alejada de los asuntos militares, centrada en mis propias misiones secretas del Proyecto Caos. Maldito momento en el que me asignaron ese caso, porque esa puñetera investigación se ha convertido en mi castigo y en mi sentencia de muerte.

Me estoy jugando la vida con esta puta misión, y si sale mal, es mi pase directo a la tumba.

La información robada de aquella escapada a los archivos al Vaticano, el sobre sellado que me dieron en el hotel de Dubái cuando fue la despedida de Diana, la pequeña invasión a una de las propiedades usadas como almacén de documentos de La Academia, las carpetas tomadas prestadas de la propia Academia durante el vasallaje y todas las llamadas y tratos hechos con miembros de las sombras son única y exclusivamente para este proyecto.

El conjunto de todos estos datos me ha llevado a donde estoy ahora, esperando frente a la puerta de un hotel a que salga la persona que tengo en la mira. Cojo la cámara que tengo en el asiento de copiloto y la voy preparando, colocando el objetivo y metiendo la tarjeta de memoria.

Está saliendo ya. C.

La melliza Nikas me avisa para que me ponga en posición. Tal como le prometieron a Evelyn, se han unido a nosotros cuando han tenido un hueco libre. Un día tendré que hacer una reunión entre todos para organizar los próximos movimientos después del que daré hoy.

Sale la mujer que es uno de mis objetivos con la ropa arrugada y el pelo alborotado. Cada movimiento desde que pone un pie en la calle hasta que desaparece en un taxi es captado por mi cámara, como también es fotografiado el momento cuando le da un furtivo beso al mellizo Nikas, obteniendo la imagen perfecta para el chantaje y negociación posterior.

Planta siete, habitación 720. D.

Espero prudente unos segundos para que Dymas Nikas suba a su habitación mientras yo guardo la cámara y me coloco las gafas de sol que ocultan parte de mi rostro. Entro al hotel simulando una llamada telefónica, metiéndome en un ascensor vacío. La habitación de Dymas es de las primeras cuando sales del ascensor.

Dos toques a la puerta y me abre su hermana. Clio Nikas, la cerebro en la sombra de la mafia griega, una gran potencia criminal en Europa. También es una mujer hermosa, pero con un corazón de piedra por la trágica pérdida de su amado.

Luego está su hermano, Dymas Nikas, la imagen de la mafia, el niño creído de la Academia por creerse como Adonis, aunque es bueno con los cuchillos, eso no lo voy a negar.

—Me debes una grande, pequeña Eris —me señala con el dedo, pero burlón cuando cierro la puerta de la habitación.

—Por los Dioses, Dymas. Seguro que has disfrutado con ella. Es una experta en seducción y le van los mismos juegos que a ti.

—¿Y la vergüenza de follarte a la que fue tu profesora en el pasado? —pone una mueca de asco mientras me acerco a él.

—Basta ya, hermano. No es la primera vez que haces algo así. ¿Te tengo que recordar cuando te acostaste con la profesora de universidad para que te aprobase la tesis? —Clio rebate a su hermano, dándome la razón.

PANDORA © (Sombras #1)Onde histórias criam vida. Descubra agora