CAPÍTULO 22

6.2K 544 273
                                    

BALAS NEGRAS.

Pandora

Reparto la comida que he traído de uno de mis restaurantes favoritos de Madrid entre mis amigas, excepto a Diana, que no sabe que hemos quedado. Esta noche nos hemos reunido para organizar su despedida de soltera. Me acurruco entre Valeria y Aria mientras comienzo a comer mi ensalada, el único alimento que me entra en el cuerpo después del viaje exprés a Madrid.

Odio ese viaje, es abrir heridas que nunca sanarán y que las recuerdo una vez al año. Siempre vuelvo decaída y con marcas de lagrimas en la piel, y siempre al llegar, me refugio en mis amigas.

—¿Y Skylar? —pregunto cuando no la veo sentada.

—No podía venir. Me dijo que tenía que ir a un lugar por temas de su trabajo en el FBI —responde Laura leyéndome los mensajes que le mandó—. Me dijo que todo lo que decidiéramos le parece bien.

Asiento y me centro en lo que come Aria, diciéndole con la mirada que coma. Encoge los hombros y suspira como respuesta. Sé que ha tenido algunos episodios de TCA junto con ataques de ansiedad debido a la dureza y exigencias de la compañía de baile en la que trabaja. Por eso, cuando estamos juntas, estoy pendiente de ella.

Comemos tranquilas, hablando de cosas banales en uno de los despachos de WONDERLAND, nuestro club, callando un silencio incómodo debido al día que es hoy en el calendario.

—¿Cómo estás? —es Zia la que rompe ese silencio y hace la pregunta de todos los años.

—Bien, creo —suspiro—. Sigue doliendo y dolerá hasta que lo deje ir.

Y de momento no lo dejaré ir.

Me dedican miradas de compresión, aunque, en el fondo de esas miradas, hay escondido el sentimiento de pena, cosa que odio que sientan por mí.

—He hablado con Diana —Zia alza la voz y cambia de tema—, y el único fin de semana que tiene libre antes de la boda es en dos semanas —informa tras dar un suspiro.

O sea que tenemos dos semanas para organizar su despedida de soltera.

—¿Qué le vamos a hacer? Porque me rompí la cabeza buscando un plan que le haga gritar de la emoción —Laura se incorpora al lado de Zia—. Nos dijo que quería la despedida de soltera más impresionante de parte de sus amigas.

—Y se la vamos a dar —aseguro muy convencida de mis palabras.

—¿Y qué propones, P? —pregunta Aria a mi lado—. Europa descartado por el frío, el Caribe tampoco por la distancia, Maldivas es donde se casa... ¿Qué sitios quedan cerca de Italia?

Guardo silencio unos minutos mientras pienso un lugar al que podamos ir y darle la fiesta que se merece. Esbozo una sonrisa cuando hallo el lugar perfecto.

—Dubái.

—¿Cómo dices? —fruncen el ceño al no saber lo que quiero decir.

—Haremos la despedida de soltera de Diana en Dubái —Explico—. Podemos volar de noche con mi jet. Allí hace buena temperatura, tiene playa, podemos pasar un día en un yate, tiene el lujo que quiere y la fiesta que podemos darle.

Me miran pensativas analizando mi propuesta. Acurruco a Valeria a mi lado, pasando el brazo por sus hombros, atrayéndola hacia mí, y dejo que recueste su cabeza en mi hombro. También ha sido un día duro para ella, y el ajetreo y el cansancio empiezan a pasar factura.

—Es una buena opción—dicen, asintiendo—. ¿Y cuál sería el plan?

—Cogemos el jet justo cuando salgáis del trabajo para llegar a Dubái el viernes por la noche. Al llegar nos subimos a un yate y pasamos allí el sábado. Luego, nos trasladamos a uno de mis hoteles esa noche para después irnos de fiesta. El domingo por la mañana es día de spa y relax, y por la noche, vamos un espectáculo de strippers —pronuncio lo último con tono coqueto.

PANDORA © (Sombras #1)Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt