Quito el cuadro con algo de dificultad y noto el gran hueco que había en la pared, una persona entraba perfectamente. La rubia frunció el ceño. Del otro lado debía haber un departamento, entonces noto el reflejo que el gran agujero tenía al rededor.
Magia tal vez. Camino hacia él y fue cuando piso algo.
—Rayos—susurro agachándose y observando el piso.
Era una pequeña pulsera, al parecer había estado detrás del árbol familiar. Tenía una pequeña piedra de color negro, Lilith la tomo y la guardo en su bolsillo.
No dudo mucho en entrar, Alisha no la pondría en peligro apropósito. Llego a lo que parecía una bodega como la de los vinos.
Excepto que no había vinos, estaba completamente vacía a excepción de un ataúd. ¿Dónde estaba?. Si dudo en abrir el ataúd, se acercó a pasos lentos y noto la K de oro que tenía incrustada la tapa.
Ábrela.
Lilth había entendido que la voz en su cabeza podía ser su conciencia o su videncia hablándole, le gustaba más la segunda opción.
Y ya que su videncia había ayudado en varias ocasiones, decidió subir la tapa del ataúd. Soltó un grito de sorpresa sin poder evitarlo.
Cabello negro oscuro y con una daga de lo que parecía plata clavada en el corazón.
Debía ser Klaus Corbeanit. Se veía joven, tal vez quince años.
Quítasela, quítale la daga.
¿Quitarle la daga?
Era un vampiro original que talvez no se había alimentado en mil años.
No va a lastimarte
Lilith volteo a ver donde se suponía debía estar, el hueco. No había nada.
—No, no, no —se quejó caminado hacia el lugar donde había entrado.
Acercó su mano y está atravesó la pared.
—Vaya —susurro.
La magia era muy curiosa. Volvió a caminar hacia Klaus. Su piel parecía gris, se veía muerto.
—Que no me mate—dijo antes de quitar la daga con algo de dificultad.
La piel del muchacho dejó de ser gris y se puso de un color aperlado.
Sus ojos se abrieron, eran de un gris muy raro, no como la plata o una tormenta, era muy extrañó y Lilith no lo pudo identificar. Se levantó con gran velocidad e intento acercarse a Lilith con furia.
—Espera—hablo la rubia—vengo a sacarte de aquí.
El de pelo negro frunció el ceño y parecía no querer hablar.
—¿Hablas inglés?—pregunto Lilith.
Klaus volteo los ojos.
—¿Que quieres bruja?
Bueno, sabía inglés.
—Soy Lilith—contestó—y soy tu sobrina.
Klaus parecía haber escuchado una locura. Lo demostró en su mirada. Lilith no supo que esperar, él parecía realmente impredecible.
—¿Acaso estás loca?—pregunto Klaus—estás en el norte.
Lilith frunció el ceño.
—¿No me crees?
—Creo que te golpeaste la cabeza—dijo acomodándose el traje que llevaba—y que Ravena quiere molestarme.
—¿Cómo sabes de Ravena? ¿Qué no dormiste por casi mil años?
Klaus parecía aburrido y eso, desespero a Lilith, todo eso no era un juego.
—Cada año me despiertan para alimentarme, imagino que es el año así que. ¿Dónde está mi aperitivo?
—¿Sabes de las Benet?
—Pendragon y sé todo, ¿tú eres la comida?
—Soy Lilith Sw... Lilith Corbeanit Argent, hija de Kol Corbeanit y Alisha Argent. Mi madre dijo que mi mejor arma estaba detrás del árbol genealógico y aquí estás.
—Tu madre está muerta—dijo Klaus.
Un brusco dolor se instaló en el pecho de Lilith.
—Tienes el tacto de una piedra—susurro—gracias por recordarlo.
—Espera.—paro Klaus indicándole que no lo interrumpiera con un elegante movimiento de su mano—algo oí al respecto de este tema. Alisha. El ángel negro, el bebé murió.
—Pues aquí estoy —dijo Lilith—lamento lo que te paso por Kol.
—¿También te apuñaló por el frente y te metió a un ataúd?
—No, pero nunca lo he visto, aunque creo que el sí me ha visto.
—Eres muy parlanchina
—Y tu muy cabezota—reto—hay que huir ahora que podemos.
—Entonces no te envió Ravena, te envío alguien más.
Lilith resoplo, qué adolescente tan complicado.
—Hay que irnos —dijo Lilith—¿no quieres salir al mundo?.
—No es eso, es que no te creo nada.
De repente un gran ruido se escuchó. Lilith se desesperó más.
—William—dijo Lilith—conozco a William. Y no soy una bruja, soy vidente, crecí hasta los dieciocho en una mentira, mi madre no era mi madre y mi padre no era mi padre, Alisha dijo que me servirías y lo dijo por una carta porque murió cuando yo tenía cuatro.
—Ya llegaron—susurro Klaus—las brujas no mentirosas.
Ordénale que se vayan, usa la pulsera.
Lilith saco la pulsera de su bolsillo y se la mostró a Klaus. Se le había acabado la paciencia. El pelinegro pareció contrariado y miró a Lilith impresionado.
—Vámonos de aquí.
Klaus estaba detrás del árbol familiar 😅
Entiendo que Klaus no confíe, si llega una rubia diciendo que es hija de su hermano,que por cierto es un maldito yo tampoco le creería. 🤷
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Se despide Brenda Moreno 💮
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