Capítulo 29

421 36 33
                                    

Cuando el dolor es insoportable, nos destruye; cuando no nos destruye, es que es soportable. - Marco Aurelio.

***

Enzo se había vuelto a vestir y se encontraba dando vueltas por el salón, preguntándose si debía marcharse o no, cuando Dorian y Melanie hicieron acto de presencia. A esta se la veía completamente abatida, por no decir agotada. Lucía la camisa de su amigo, que al parecer cordialmente le había prestado y lo más sorprendente aún, iban cogidos de la mano. El rubio sonrió con sorna ante la inquietante imagen que tenía frente a sus ojos. Se sentó en el sofá, intentando hacer memoria de cuánto tiempo hacía exactamente que no veía a su amigo así, feliz. Fácil caviló, desde la traición de Kristal. Melanie bostezó intentando mandar un mensaje alto y claro a su amante, si pretendían seguir la juerga con ella, iban listos.

-Cariño, sube a mi dormitorio, iré en un rato -murmuró premiándola con un beso en la sien.

-Gracias. Buenas noches, Enzo.

-Buenas noches, Melanie. Qué descanses.

Melanie sonrió con complicidad y antes de perderse por el fondo de la escalera depositó un suave y coqueto beso en los labios de Dorian, que la recibió gustoso. Esté caminó con desidia al mueble-bar para servir dos copas, intuía que su amigo, la necesitaba tanto como él. Enzo la aceptó de buena gana, vaciándola de inmediato y situando la copa vacía sobre la mesa. Dorian hizo amago de llenársela de nuevo, pero él negó. Ambos esperaron a que la luz del pasillo superior se apagase para tener algo más de intimidad.

-¿Qué te ocurre? -preguntó el moreno.

-¿A mí? -cuestionó vacilón - No sé si te lo había dicho, pero estás en la mierda - Su amigo aguardó en silencio para finalmente negar compulsivamente con la cabeza -. Solo es sexo, ¿no?

-Del mejor...

-Ya. De eso no me cabe duda, folla como pocas -espetó incauto -. Ten cuidado Dorian. Si no estas preparado para admitir lo que hasta un ciego ve, quizá lo mejor para los dos es que pongas distancia.

-Ambos somos adultos -murmuró consumido -. Todo está bajo control.

-Se queda a dormir en tu casa. Contigo. En tu cama -dijo pronunciando cada frase de manera meticulosa -. Os besáis o, mejor dicho, la devoras como si se tratase de un jodido manjar al que apenas catas una vez al año. Y para más inri, te la follas sin condón. No dudo que seáis adultos, pero yo tampoco soy gilipollas.

Dorian bufó molesto ante la sinceridad de su amigo. Estaba claro que no podía negarle nada de todo aquello a lo que había hecho referencia, pero joder, él no quería verlo así. Recordaba haber vivido algo similar junto a Kristal, y decía similar porque era incomparable a lo que había generado con Melanie que era incluso mejor y eso le costaba admitirlo. Mucho. No quería pensar en el pasado, ni tampoco centrarse en el futuro, necesitaba centrarse en el aquí y ahora. En ese presente que estaba disfrutando sin compromisos o falsas promesas que entorpecieran su vida. Enzo resopló y se apoyó en el respaldo del sofá. Él no era nadie para dar consejos a su amigo, mucho menos en asuntos de amor en los que su experiencia era nula.

-¿Puedo preguntarte por lo que ha ocurrido hoy con tu hermana? -preguntó cambiando de tema abruptamente.

-Kiara tiene miedo.

-¿Miedo de qué o a quién? - Dorian se encogió de brazos. Sus cavilaciones no eran buenas y temía que se hiciesen realidad - ¿Crees que su marido puede hacerle daño?

-Enzo, según ella es por nuestros padres. Hoy, al presentarse en la fiesta de tío Klaus se ha sentido coaccionada. Sus planes eran completamente diferentes. No te lo había dicho antes, pero hoy pensaba contárselo a la familia. Iba a dar el maldito paso. Ese que llevo pidiéndole desde hace meses. Estaba dispuesta y preparada para ello, pero Rodrigo lo cambió todo.

Bailando con la traición | Erótica + 18 | Parte 1/4 Completa ✅Where stories live. Discover now