Capítulo 28 - Parte 1

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Si las acciones humanas pueden ser nobles, vergonzosas o indiferentes, lo mismo ocurre con los placeres correspondientes. Hay placeres que derivan de actividades nobles, y otros de vergonzoso origen. – Aristóteles.

***

La celebración culminó cuando los últimos rayos del sol desaparecieron de la finca. El desfile de coches se dispersó y Kiara le solicitó amablemente a Dorian que llevase a Melanie a su piso, pues ella se marchaba con su marido. Enzo ni siquiera esperó para poder despedirse de ellos, se subió a su más recatado mercedes, aunque no menos llamativo y puso destino a la casa de Dorian, donde iba a llevarse a cabo el encuentro. Kiara se quedó con mal sabor de boca al pensar y ser consciente de que posiblemente ya no le volvería a ver jamás. Se fundió en un sentido abrazo con su amiga y después previno a su hermano.

—Déjala en su piso sana y salva. ¿Entendido?

—Como mandé —dijo haciendo una burlesca reverencia —. Ten cuidado. ¿De acuerdo? Llámame si lo necesitas.

Kiara asintió, sabiendo a lo que su hermano hacía referencia y le dio un cariñoso abrazo, instantes antes de subirse a su Maserati que era conducido por su marido. Melanie y él se apostaron en el Jaguar, donde Dorian sutilmente colocó la mano en el muslo de la joven, que miró a su alrededor nerviosa.

—Necesito una buena sesión de sexo —afirmó arrancando y metiendo primera —. Lo de hoy ha sido surrealista, así que prepárate porque Enzo y yo vamos a hacerte gritar como nunca.

Difícil, pensó ella. Sin duda el día se había torcido de la manera más estúpida e impensable. ¿Quién iba a decir que Rodrigo, el marido de Kiara, se iba a presentar en la fiesta de tío Klaus? Estaba claro que nadie. Ni siquiera la mismísima Kiara. Melanie cogió su teléfono y decidida le envió un mensaje a su amiga:

"Estoy disponible 24/7 para ti. Llámame si lo necesitas y busca un día para vernos, tenemos que hablar... Te quiero, besos."

"Yo a ti también. Disfruta del soldado. Besos."

Melanie releyó aquella respuesta. ¿Sabía que el soldado era su hermano? ¡No! Aquello era imposible. Seguramente su amiga había pensado que si no hoy, mañana, le vería. Sí, sin duda era eso. Subió el volumen de su teléfono por si Kiara finalmente decidía llamarla, porque muy a su pesar, aunque interrumpiese su sesión de sexo pensaba contestarla. Su amiga estaba por encima de todo y eso incluía su propio placer. Al llegar a la casa de Dorian, ambos pudieron ver el coche gris metalizado de Enzo aparcado a la entrada, pero no había ni rastro de él. Melanie salió nerviosa del Jaguar, esperando indicaciones...

—Vamos cariño, Enzo ya estará dentro.

Entonces ella recordó que su amigo tenia acceso al sótano desde el exterior de la casa, sin duda ambos se lo montaban muy bien. Dorian trotó con Melanie a su lado, pero estos accedieron por la entrada principal, donde él apagó la alarma y ella una vez más se eclipsó con aquel cuadro de Los Lagos de Plitvice. La dirigió hasta su despacho para a continuación, abrir la puerta que los llevaría a la zona baja. Sin duda, Enzo se encontraba allí, pues había luz al final de la escalera. Respiró con cierto nerviosismo. No era la primera vez que estaba con ellos, no era la primera vez que se lo "montaba" con dos hombres, pero si era la primera vez que la penetrarían a la vez y eso la inquietaba.

—Antes de bajar quiero que me escuches —murmuró Dorian pegándola a la pared y encerrándola entre sus brazos —. No tienes de que preocuparte. Ni Enzo, ni yo, haremos nada que pueda hacerte daño. Puede que no sea de caballeros decirte esto, pero... tenemos experiencia. Los dos te haremos disfrutar y si no es así y en algún momento quieres que nos detengamos, solo tendrás que pedirlo.

Bailando con la traición | Erótica + 18 | Parte 1/4 Completa ✅Where stories live. Discover now