Capítulo 24 - Parte 2

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La memoria del corazón elimina los malos recuerdos y magnifica los buenos, y gracias a ese artificio, logramos sobrellevar el pasado. - Gabriel García Márquez.

***

Dorian

Él la observaba fijamente. Estaba despampanante y ella era consciente de su atractivo, pues con cierto disimulo se arremangaba el vestido, haciéndolo aún más corto y bajaba la tela que cubría su escote, dejando los generosos pechos casi al descubierto. Dorian miró aquellos montículos que asomaban, como si quisiesen ser liberados y rememoró la última vez que se los lamió en esa misma oficina. Carraspeó, intentando regresar a la realidad y para centrarse en lo que verdaderamente importaba...

—¿Qué haces aquí? —preguntó serio.

—Vine a traerle una documentación a Gardenia sobre el caso de la Sra. Dumont.

—Gardenia hoy esta en los juzgados —murmuró pensativo.

—Lo sé, he mandado que se lo dejen en su despacho. Te he echado de menos Dorian.

Ella se mesó el cabello mientras clavaba sus intensos ojos en los labios de Dorian que se abrían para tomar más aire del necesario. Él se dejo caer sobre su asiento, apoyando la espalda en el respaldo. Era evidente a lo que había ido Kristal y eso a él le descentro.

—Tengo cosas que hacer —dijo finalmente entrelazando las manos sobre el escritorio —. Te agradecería que abandonases mi despacho.

Kristal se enderezó, pero lejos de marcharse, camino en sentido contrario al indicado. Recortó la distancia con Dorian, paso al otro lado del escritorio y plantó su trasero en la fría superficie. Él desde su posición tenía una preciosa vista del encaje rosa que llevaba cubriendo su sexo. Levantó la mirada para no perderse en aquellos muslos. Joder, debería estar saciado, pues esa misma mañana había follado con Melanie, sin embargo, su polla comenzaba a reaccionar como si fuese completamente independiente. Se relamió los labios al pensar en la bailarina.

—¿Tienes hambre? —preguntó ella abriendo los dos botones de su escote.

—Kristal, por favor, sal de mi despacho —respondió contundente.

—Hace mucho que no voy al "Destiny", pero estaría encantada de volver contigo... — Ella separó más los muslos, dándole una panorámica perfecta de su sexo húmedo. Abrió la tela que había liberado previamente de los botones y le enseñó sus montículos —. ¿Qué dices Dorian?

Él se levantó e inevitablemente los pezones oscurecidos llamaron su atención. Los miró de soslayo y se vio enormemente tentado de estrujarlo y llevárselo a la boca. Kristal sonrió victoriosa al percatarse de que sus senos eran todavía capaces de captar su atención y con gran agilidad, colocó su mano en el paquete abultado que escondía tras el pantalón. Ella no se conformó con palpar, sino que comenzó a restregar la mano por la erección que a marchas forzadas iba despertando. Dorian no se movió. Se quedó allí, imponiéndose su propio desafío...

—Quiero que te vayas —murmuró mientras sentía como la mano femenina le estrujaban el pene —. No vengas más a buscarme. Dudo que Gardenia te haya pedido nada a ti personalmente, así que, la próxima vez, encárgate de enviárselo por correo certificado o mandar a otro empleado. No te quiero aquí.

—¿Sigues enfadado? —inquirió frotando con más fuerza — ¿Qué puedo hacer para que lo olvides? Tal vez...

Kristal hizo bajar la bragueta e introdujo su mano en el interior. Dorian trago con fuerza cuando la cálida mano envolvió su miembro. Ella comenzó a masturbarlo con bastante desempeño. Él se recreó en la fabulosa mamada que esa misma mañana le había hecho Melanie y entonces su pene comenzó a reaccionar, poniéndose completamente duro. Kristal sonrió con malicia al pensar que ella era la responsable de su más que evidente erección. Se incorporó del escritorio con un pequeño salto y se mostró dispuesta a arrodillarse. Dorian rápidamente la interceptó. Sacó la menuda mano de su bragueta, subió la cremallera y trotó hasta el otro lado del escritorio.

Bailando con la traición | Erótica + 18 | Parte 1/4 Completa ✅Where stories live. Discover now