STAY WITH ME ♡︎ [YANG JEONGIN]

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Las cosas habían pasado bien, Lentamente Jeongin y Kaia se estaban esforzando por recuperar la confianza mutua y la libertad que sentían al estar juntos.

El chico se encargaba de hacer que Kaia se sintiera segura de estar con él, de su apretada agenda, siempre sacaba algo de tiempo para pasar al hospital y dejar algún bonito detalle en el consultorio de Kaia, ya sea su chocolate favorito o algo de comida, quizá una carta escrita a mano, o si los minutos no le alcanzaban para escaparse de algún ensayo, solía enviarle audios cantandole alguna canción que hubiese escrito solo para ella.

Kaia se sentía demasiado amada con esos detalles, le encantaba eso, así que pensó que tal vez a Jeongin también le gustaría recibir un detalle así. Terminó de ducharse luego de llegar del hospital y se colocó un leggin color negro, un hoodie color azul que hace unos días había tomado prestado del armario de Jeongin y un par de tenis color negro, dejando su cabello suelto y libre, así le gustaba mucho. Se sentó en el sofá y tomó su celular para escribirle a Jeongin.

Chat

Kaia Novickov: Holaaaa!
(11:13pm)

Kaia Novickov: Ggin, ¿Donde estás?
(11:23pm)

Gginnie ♡: Hola Kay, estoy en el estudio :)
(11:26pm)

Kaia Novickov: ¿Me extrañas?
(11:27pm)

Ginnie ♡: Mucho. Demasiado. Un montón. Sí. Por supuesto. Te extraño más de lo que puedes imaginar, esta mañana no nos vimos y ya es muy tarde
(11:28pm)

Kaia solo vio el mensaje y pidio un domicilio, cuandl este llegó lo pagó y salio de ahí, tomó un taxi hacia la agencia donde se encontraba Jeongin, al llegar, luego de ser anunciada y pasar por recepción, llegó al estudio de Jeongin, en el septimo piso al final del pasillo, estando ahí, tocó la puerta y luego de unos segundos, un chico despeinado y con los ojitos hinchados, le abrio la puerta, al instante su semblante cansado se volvio una feliz expresión de emoción.

— ¡Kay! — susurró feliz viendo a la pelinegra

Kaia lo abrazó y Jeongin correspondio al instante, entraron al estudio que estaba levemente iluminado, según Jeongin, porque la inspiración es amiga de la oscuridad.

— Te traje un café y tu pastel favorito, pensé que a esta ahora ya estás cansado y con algo de hambre, entonces... Por eso te traje esto — dijo Kaia dejando la bolsa de papel con comida en el escritorio

— Gracias por eso, y por estar aquí — dijo Jeongin mirandola con una sonrisa

— No hay problema. Me gusta estar donde sea que estés tú — respondio Kaia — Oye ¿Y los chicos?

— Chan Hyung está en su estudio y los demás se fueron porque ya estaban muy cansados, Chan me insistió para que fuera a descansar, pero quiero terminar esta canción hoy — dijo mientras miraba su computador concentrado

Kaia solo se quedó en silencio, viendo detalladamente cada razgo de Jeongin, mirandolo con ternura. Viendo como él hacía lo que amaba con tanta pasión y amor.

Luego de unos minutos, Jeongin quitó su vista del computador y tomó un sorbo del café que había llevado Kaia para él, luego miró a la chica un poco adormecida y la llamó.

— Kay, ven aquí — dijo palmeando su pierna

Kaia asintió, se levantó de su silla y fue hacia Jeongin, sentandose en las piernas del chico, que pasó su brazo izquierdo por la cintura de la chica, abrazandola y colocó su rostro sobre el hombro de ella, mientras que con su otra mano continuaba escribiendo algunas letras en el computador.

Kaia miró la pantalla, encontrandose con una canción realmente hermosa, era tan fantastico como Jeongin tenía un ángel si se trataba de hacer musica.

— Esa canción es preciosa — murmuró

— Siempre digo que la inspiración es amiga de la oscuridad, y también es sinonimo de tus ojos — dijo Jeongin mientras dejaba un suave beso en la mandibula de la chica y continuaba en lo suyo

— Oye, es fantastico estar contigo — dijo Kaia

— Lo mismo digo, estar a tu lado es tan maravilloso, quedate conmigo siempre — dijo Jeongin

— No pienso irme de nuevo, a ningún lado — dijo Kaia

— Eso es un alivio para mí, niña — dijo riendo — Gracias por hacer mi vida tan divertida e increible. Te amo — murmuró cerca del oido de Kaia

— Es un placer. Gracias por enseñarme lo que es el amor en su máxima expresión. El amor cuida, el amor comete errores porque no es perfecto, el amor protege y da calidez, el amor para mí, eres tú — murmuró

Estuvieron toda la noche juntos en el estudio, al día siguiente, salieron por la mañana, junto al sol, Jeongin realmente sentía que Kaia era su fuente más directa de inspiración en todo lo que hacía, desde lo que pudiese parecer más pequeño hasta lo que significara grandeza. Y tenerla cerca, había sido su causa a favor.

— Tengo que apurarme para llegar al hospital — dijo Kaia mientras entraba a su departamento — Te veo luego, Ggin — dijo con una sonrisa

Pasaron algunas horas, hasta las seis de la tarde, había sido un día bastante ocupado para Kaia, ya iban cuatro cirugías y siete consultas con sus pacientes y aun faltaban cuatro horas de trabajo, pero Kaia lo disfrutaba a pesar del cansancio, pues era doctora y eso le encantaba, ver como sus pacientes se recuperaban poco a poco era lo mejor para ella y la satisfacción más grande. Entró a su consultorio y cerró la puerta a sus espaldas, algo cansada y echando su cabello hacia atrás, fue a su escritorio y tomó asiento, miró su celular sobre el escritorio.

Sí, en algún otro lado, Jeongin había estado escribiendole con una sonrisa de enamorado en su rostro, pensando en lo mucho que la amaba.

Yang Jeongin: Hola Kay <3
(6:05pm)

Yang Jeongin: ¿Cómo estás?
(6:05pm)

Yang Jeongin: Estaba caminando y vi algo que me recordó a ti, así que iré por ti cuando termine y así podre mostratelo ¿Sí?
(6:07pm)

Kay❁: Está bien, que intrigaaaa, Innie, te amo
(6:15pm)

Yang Jeongin: Yo también te amo mucho

Así pasó el resto de la tarde, cuando el reloj marcó las diez de la noche, Kaia salio del hospital, encontrandose a Jeongin ahí, subieron al auto del chico y él miró a su pareja: — Esto es lo que me recordó a ti — le mostró una cadenita con un zafiro precioso — Tiene el mismo color que tus ojos y es hermoso — explicó — Lo vi y en serio me encantó, así que ahora es tuyo — dijo con una sonrisa — Girate un poco

Kaia obedeció, dandole la espalda a Jeongin y con su mano derecha, recogió su cabello, Jeongin le colocó la cadenita y sonrieron.

— ¿Pasamos a comprar algo de comer y vemos una pelicula con los chicos? — preguntó Jeongin

— Me parece bien — dijo Kaia con una sonrisa amable