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— Hasta mañana — murmuró la chica tomando de la mano a Jeongin — Me alegra tanto verte. Te quiero, mi niño — susurró con una sonrisa pequeña y ladeada, mientras que sus ojitos solo miraban a Jeongin y su cabello se revolvía en la brisa

— Hasta mañana — susurró Jeongin también con una sonrisa, al instante colocó sus calidas manos sobre las mejillas de la pelinegra y besó su frente, con tanto cariño y delicadeza como si ella pudiese romperse con el más minimo tacto — Mañana voy al hotel donde te hospedas y te presentaré a mis Hyungs ¿Sí? — propuso

— Por supuesto — aseguró Kaia con una sonrisa

Cuando vio que el chico entró al hotel, solo comenzó a caminar de vuelta a su hotel, tenía que caminar un poco, porque aquel se encontraba al Norte de la ciudad, mientras iba caminando, metió sus manos en los bolsillos de su sudadera y mirando hacia a el suelo simplemente dejó que sus lágrimas cayeran sin ninguna vergüenza, lo había pensado todo el día y la razón por la cual tenía celos, es porque simplemente estaba enamorada de Jeongin, así de sencillo.

Siempre se obligaba a pensar que eran amigos solamente y que por supuesto, entre ellos dos solo existía una amistad, pero hay una delgada linea entre la fraternidad de la amistad y los sentimientos del amor.

Kaia soñaba siempre con Jeongin, desde que tenía solo quince años se había enamorado de él, ahora habían pasado cuatro años desde que se conocieron, mucho tiempo, tiempo en el que Kaia, siempre que escuchaba la palabra "Amor", pensaba en Jeongin, antes de dormir, la ultima persona con la que hablaba o en la que pensaba, era Yang Jeongin y al despertar, la primera persona a la que le enviaba un mensaje de buenos días, era a él. Incluso un par de veces pensó: "¿Se fijaría en mí? Si tan solo una vez tuviese la oportunidad de besarlo, solo una vez... ¡No, No, Kaia! ¿En que piensas? ¿Enloqueciste, Mujer? ¡Es tu mejor amigo"

Pero ahora no había nada que hacer, nunca aceptó sus sentimientos mientras probablememte tenía posibilidades, ahora solo debía reprimirselos una vez más, para no confundir a Jeongin  y mucho menos ponerlo entre la espada y la pared al tener que elegir entre corresponder a aquellos sentimientos o echar a perder la amistad por completo.

Se pidio a si misma dejar de pensar en algún escenario donde pudiese pedirle a Jeongin que lo amaba, como mucho más que un amigo. De ninguna forma podría hacer eso, Jeongin era feliz ahora, con sus hyungs, su pareja y con sus fans, ella ya no creía tener un lugar muy importante para Jeongin.

Miró hacia arriba, encontrandose con la hermosa y tenue luz de la luna, brillando con sus manchitas cenizas y hermosas.

— Desearía poder decirle que la luna es hermosa — susurró para si misma— Y que el me respondiera que está en paz al saberlo. Pero no sirve de nada que yo se lo diga, porque la luna siempre ha sido hermosa — continuó — Quizá estos sean simplemente celos de mejor amiga, pero no lo sé. En serio lo amo, no sé de que manera, pero lo amo — aseguró

Luego de al menos una hora, llegó al hotel, fue a su habitación y ahí, se quedó completamente dormida, pues estaba cansada y aunque se había divertido durante el día, ahora estaba mentalmente agotada, pensar tantas cosas y querer asimilarlo todo al mismo tiempo la hacían sentirse completamente miserable y cansada.

Al día siguiente, se levantó, tomó una ducha fría y se vistió con un short de mezclilla, medias de maya, un par de botas color negro y a su vez, también usaba un suetee color beige.

Luego de aquello, salió de su habitación paea ir a desayunar con su Hermano mayor,  luego de un rato, salieron a pasear por la ciudad, mientras Jasha intentaba entablar una conversación, sin embargo, eea tarea complicada, pues Kaia a todo respondía con un simple "mnh?" O "Sí" Y tal vez "No".

Luego de unos minutos, de haber desayunado, Yang fue al encuentro de la chica, cuando ella salió, ahí ya estaba el joven con sus siete compañeros.

— Hola — saludó Jeongin animadamente

Los ocho chicos hicieron una reverencia, haciendo a Kaia reir nerviosamente.

— Hola — saludó Kaia agitando la mano levemente

— Soy Bang Chan, es un gusto conocerte — dijo un chico rubio

— Hola, Soy Chang Bin — dijo el más bajo — Un placer — saludó

— Soy Han Jisung — se presentó un chico de esponjosas mejillas — Encantado de conocerte

Así, Uno a uno se fueron presentando. Incluso un chico de pecas le había hecho algunos brownies caseros a Kaia, pues sabía lo especial que era ella para Jeongin.

— ¿Ahora a donde vamos? — preguntó un chico de cabello largo y negro

— Hyunjin Hyung, creo que podemos ir al arcade o a comer algo — sugirió Seungmin

— Es una buena idea — dijo MinHo

— Uh, vayamos a comer algo — dijo Kaia — Hay un buen restaurante cerca de aquí, es de comida tipica de Italia ¿Vamos? — sugirió

— Ah, sí, vamos — dijo Bang Chan

Caminaron hasta el lugar, sin embargo en el transcurso se acercaron al menos veinte personas, en serio les va bien a esos chicos.

Estuvieron comiendo y charlando animadamente, luego decidieron ir al arcade y por ultimo de compras. Había sido un día especialmente divertido. Para Kaia y para los chicos, todo había salido tan bien y el día había sido maravilloso.

El día siguiente también fue fabuloso y sí, volvieron a pasar un día juntos, sin embargo también llegó la hora: Once de la noche con siete minutos. Momento de despedirse.

— Hasta pronto — sonrió Kaia, despidiendose con las manos y con los ojos cristalizados, aun así, con una sonrisa preciosa en su rostro. Habían pasado momentos hermosos

— Te quiero. Nos vemos pronto — dijo Jeongin

— Chao, KaYi

— Uh, Espero verte otra vez

— ¿Te gustaron los brownies? La proxima traeré más

— Luego te presentaré a mis gatitos

— Novickov, nos vemos

— Hasta pronto, azul

Se despidieron los chicos. Kaia los unió en un gran abrazo y luego ellos subieron a su avión, abordando así su vuelo.

Kaia lo hizo también, junto a su hermano mayor.

— Gracias — susurró Kaia — Es el mejor regalo que he recibido

— Me gusta verte así. Sonriendo y feliz, mi niña — dijo con una sonrisa

STAY WITH ME ♡︎ [YANG JEONGIN]Where stories live. Discover now