♡︎:Ⓓ︎Ⓞ︎Ⓒ︎Ⓔ︎

265 16 41
                                    

Ninguno de los dos sabía como habían llegado a eso, solo estaban con sus sentidos colocados en el momento, habían perdido la mente por completo.

Jeongin posaba sus manos en las mejillas de Kaia mientras la besaba con ternura y Kaia simplemente lo seguía, no estaban pensando con total claridad, mejor dicho, no estaban pensando en lo absoluto. De un momento a otro comenzaron a hablar de amor y en ese momento mandaron todo al diablo.

Sin embargo la culpa invadio a Kaia luego de unos minutos, pensó en Shin Hye, los ultimos meses habían estado hablando un poco más e incluso, se consideraban amigas, por lo tanto, Kaia colocó las manos en el pecho de Jeongin intentando empujarlo, pero él estaba tan aferrado a los labios de la femina que ni siquiera se inmutó.

— Jeongin — balbuceó alejandose — Oye, Tú tienes novia — dijo

Jeongin se quedó por completo en shock, la palma de su mano golpeó su frente y a su vez  sus lágrimas comenzaron a correr, había tirado todo al demonio. Lo sabía, se sentía tan culpable y como un jodido traidor, habíe traicionado el amor de Shin Hye, y también la amistad de Kaia.

Kaia colocó sus manos en su cabeza mientras echaba su cabello hacia atrás caminando de un lado a otro preocupada, pensando en que hacer, ella era una persona horrorosa.

— ¡Jeongin! — exclamó en un grito — Lo jodimos — dijo mientras mordía su labio inferior evitando soltar las lágrimas — Shin no se merece esto ¡Y yo no merezco ilusionarme de esta manera! Estamos jugando con fuego — dijo mientras lo miraba — Sabía que esto iba a terminar así

— Perdón, lo siento, perdoname — dijo Jeongin — Yo... Fue mi culpa, fui yo quien comenzó a hablar de todo esto y ... Me, yo... Yo te amo tanto, pero debo ser consciente de todo — se excusó — Maldición, soy un patán — gritó — ¡No debí hacerle esto a Shin! — dijo arrepentido

Había una gran confusión en su ser, hizo todo lo que había querido hacer desde que conoció a Kaia y descubrió el sentimiento que lo asechaba siempre que ella estaba cerca: Besar los labios de la femina de una manera tan tierna y cuidadosa, pero también de una forma intensa, que transmitiera todo lo que sentía al probar el sabor de sus labios, que según Jeongin, tenían el mismo sabor que la goma de mascar con sabor a chicle que Kaia siempre solía llevar en su bolso. Pero eso no lo hacía sentir completamente bien, así como el dulce sabor de un beso que había estado anhelando desde hace un tiempo, también sintió el sabor amargo de un corazón roto, el corazón de Shin Hye. Todos esos pensamientos corrían por la mente del chico mientras seguía maldiciendose a si mismo y repetía más de mil veces que no debió haberle hecho eso a la chica que le había dado tanto amor y había cuidado su corazón durante cuatro años.

Mientras repetía por enesima vez sus culpas, se escuchó el sonido de la cerradura abrirse y una rubia entrar con papeles en la mano, mientras miraba a Jeongin con los ojos cristalizados: — ¿No debiste hacerme qué? — preguntó, luego se mordió su labio inferior que estaba tembloroso avisando las lágrimas que amenazaban con salir de ella al solo pensar que Jeongin había sido capáz de algo que pudiera romperle el corazón.

Jeongin no fue quien respondio, al contrario, lo hizo Kaia quien con la voz temblorosa y juntando sus manos en forma de suplica, mientras flexionaba sus rodillas y así quedar a la altura de Shin Hye y mirarla a los ojos se dispuso a hablar: — Perdonanos — suplicó

— ¿Qué pasó? — preguntó Shin torpemente y con algo de angustia — ¿¡Por qué no dicen nada!? — dijo mientras sus lágrimas comenzaban a correr

Jeongin caminó hacia ella y tomandola de las manos la miró: — Soy un traidor, todas mis mentiras piadosas siempre terminan lastimandote,  te traicioné y debo pedirte perdón, aunque no tiene sentido porque eso no quita que rompí tu corazón, me amaste incluso en mi peor momento, pero soy un traidor — reconoció mientras sus lágrimas comenzaban a correr por sus mejillas

Shin Hye lo miró con decepción y al instante sus lágrimas se volvieron más intensas.

— Estuve contigo sabiendo que antes de mí hubó alguien a quien nunca podrías dejar de amar, en parte fue mi culpa. Pero, te amo tanto que incluso lo seguí haciendo luego de saber que Kaia era tan jodidamente importante para ti, me quedé callada aun sabiendo que la amabas — dijo la rubia asintiendo — Y que yo probablemente era una opción para ti — añadió — He escuchado varias veces que donde hay dos corazones felices hay un tercer corazón completamente destrozado. Esta vez fue mi turno de ser el corazón roto

Shin Hye miró a Kaia y a Jeongin con una mirada tan dolorosa, no era odio, más que todo era una tristeza y una decepción inmensa.

— Ahora mismo estoy preguntandome la razón por la cual Kaia sí tiene tu amor y yo ni siquiera tu atención — dijo mientras miraba a Jeongin — Desearía ser ella, que es tan linda e inteligente y te conoce mejor de lo que yo podré conocerte alguna vez. Cuida a Kay, sé que a ella no le harás lo mismo porque a ella si la amas mucho— dijo para luego mirar a Kaia — Y tú, Kaia, por favor cuida a Jeongin, dale mucho amor y protegelo de cualquier persona que intente dañarlo, a pesar de haber crecido tiene un corazón de cristal, cuidalo — suplicó — Y esto me duele tanto, pero... Seguir teniendo algo que ver con ustedes me dolería, así que ... Ahora seamos como desconocidos, por favor — suplicó — Gracias por haberme regalado algunos momentos de felicidad

Shin Hye al instante secó sus lágrimas y dejó sobre el escritorio de Kaia algunos papeles. Y se dispuso a salir: — Ese es la autorización de los padres de la niña que hay que someter a cirugía — dijo para luego salir

Kaia simplemente fue a su asiento y miró a Jeongin.

— ¿Puedes irte, por favor? Necesito estar tranquila y sola, tendré que realizar una operación en unos minutos — dijo Kaia — Por favor cierra la puerta cuando salgas y no vengas por mí hoy. Quiero estar sola

— ¿Segura? — preguntó Jeongin. Recibiendo un asentimiento por parte de la femina

Jeongin salio cumpliendo con la orden de Kaia.

Cuando la pelinegra se encontró en soledad, simplemente secó sus lágrimas mientras se esforzaba por retener las que no alcanzaron a salir, pero se habían agolpado en sus ojos, se colocó los lentes dispuesta a leer aquel permiso y las especificaciones de la cirugía que pronto realizaría.

Pasaron unos diez minutos antes de que la joven se encontrara caminando hacia el quirofano, estando afuera, lavó sus manos y se colocó los implementos necesarios, lista para la cirugía de una pequeña niña que había sufrido un accidente y eso había afectado su actividad neuronal e incluso su visión, entonces Kaia en serio deseaba concentrarse y hacer lo mejor para esa niña. Así fue, Kaia logró hacer una cirugía exitosa, junto a todo su equipo de trabajo, lo cual la hacía sentir completamente alegre y satisfecha, pues esa niña era un verdadero ángel a los ojos de Kaia.

Luego de la cirugía, tuvó otras consultas y a las 7:30 la ultima cirugía del día, así terminó su jornada, tenía planeado caminar un poco, pero al salir vio que estaba lloviendo y las gotas caían sobre ella, humedeciendo sus hebras color azabache y empañando sus ojos color zafiro. Decidió tomar un Taxi camino a su vivienda, al llegar bajó del vehiculo y entró, agradecía no tener que encontrarse con Jeongin, lo amaba, pero se sentía culpable. El tiempo al final, diría todo, en sus manos no estaban ni siquiera sus sentimientos.

STAY WITH ME ♡︎ [YANG JEONGIN]Where stories live. Discover now