Capítulo 14

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El viernes por la tarde, Harry y Ron se apresuraron a llegar a la clase de Pociones, después de haber pasado su período libre después del almuerzo fuera.

Harry se sentía aprensivo por volver a ver a Snape, había intentado con todas sus fuerzas no pensar en el maestro de pociones desde su encuentro en el pasillo. Sin embargo, su subconsciente claramente no había recibido el mensaje y Harry se había pasado todas las noches soñando con el amante que tanto se parecía al maestro de pociones.

Jadeando fuertemente por la carrera, los chicos llegaron al aula justo a tiempo.

-Mierda, tenemos que coger la mesa de delante otra vez-. Susurró Ron con una mueca en la cara.

-Sí, vamos-. Harry tiró de su mejor amigo, sonriendo a Hermione que estaba sentada en la segunda fila.

Snape los observaba desde detrás de su escritorio, agitando su varita para cerrar la puerta en cuanto se sentaron.

-Como todos saben, esta es una clase de nivel N.E.W.T. y como tal, dedicarán su tiempo y esfuerzo a elaborar las pociones más complejas-. Dijo el profesor.

-A partir del próximo lunes, dedicarán las próximas semanas a elaborar la Poción multijugos. Tu compañero será la persona que se siente a tu lado, no habrá cambios de mesa durante el resto del año-.

Harry miró a su alrededor, pero nadie parecía protestar por este nuevo acuerdo.

Bueno, aparte de Ron, que murmuró en voz baja. -Estupendo, estamos atrapados sentados frente a ese imbécil grasiento por el resto del año-.

-Shh-. Le hizo callar Harry al ver que Snape miraba al pelirrojo.

-Saquen sus pergaminos y plumas y guarden los libros. Quiero por lo menos un ensayo de 60 centímetros sobre la Poción multijugos. Describe el proceso de elaboración, el uso y los efectos de la poción, los posibles peligros, etc. Puedes empezar-. Snape se puso de pie y comenzó a recorrer la sala, asegurándose de que nadie hiciera trampa.

Harry estaba, por supuesto, bastante familiarizado con la Poción multijugos, ya que la había preparado junto con Hermione y Ron en su segundo año. Todavía recordaba el horrible sabor y las extrañas sensaciones cuando empezaba a cambiar.

Acercando el pergamino, comenzó a trabajar en su redacción. Ron también estaba escribiendo furiosamente, probablemente describiendo el asqueroso sabor de Vincent Crabbe con colores vivos.

Harry estaba tan inmerso en su escritura, que al principio no se dio cuenta de la sombra que había caído sobre su escritorio. Cuando algo le hizo cosquillas en la mejilla, lo apartó, sólo para sentirlo de nuevo.

Mirando a un lado, se quedó helado. Snape estaba de pie detrás de su silla, un poco a la izquierda, leyendo el pergamino de Harry por encima del hombro. Se inclinaba ligeramente, y su largo cabello le hacía cosquillas en la mejilla a Harry.

Sin atreverse a moverse, Harry se quedó completamente quieto. Miles de mariposas revoloteaban en su estómago y sus brazos estaban cubiertos de piel de gallina. Harry se sintió mareado, casi vacilante, y se dio cuenta de que estaba conteniendo la respiración.

Inspirando profundamente por la nariz, se dio cuenta de un olor desconocido. Le recordaba al chocolate negro, mezclado con naranjas y chile. Ligeramente picante y dulce al mismo tiempo. Era Snape, se dio cuenta Harry. Quiso girar la cabeza y enterrarla en la túnica del maestro de pociones.

-Muy bien, señor Potter. Continúe-. Snape murmuró de repente en el oído de Harry, su aliento caliente hizo que el adolescente se estremeciera.

Harry reanudó la escritura con gran dificultad, obligándose a concentrarse en su papel y no en Snape, que seguía de pie muy cerca de la silla de Harry.

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