Efecto Sorpresa

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El campo de concentración era más grande de lo que imaginaba, incluso si en la primera batalla tuvieron bajas bastante considerables ahora pareciera que hubiera triplicado su gente. Grandes carpas se alineaban en forma de un heptágono bastante diabólico. Rece un sutra mientras la neblina que rodeaba la mañana se teñía de un negro, tan espeso como el hollín y que picaba mis ojos que era la única parte de mi expuesta al exterior.

— Mi olor será un problema. —  le advertí al mayor que me guiaba por todo el campo.

Todos lo veneraban como si fuera el rey tirano de un pueblo lejano. Incluso le hacían camino.

— Ya pensé en eso, querida.

— No estoy dispuesta a revolcarme con tu forma de lobo feroz.

— Ah, que aguafiestas. Prefieres seguir oliendo a gato mojado y no a un poderoso lobo. — se señaló así mismo y sonrió hasta dejar ver su hoyuelo en la mejilla derecha. — no te preocupes, por hoy tengo una mejor forma. Mas practica y duradera.

El pánico inundo mi mente, Taehyung me había marcado todos estos días siendo un tigre de dos metros. Mi propia sangre incluso se había intoxicado en su aroma y si regresaba a casa oliendo a alguien más mi plan se iría al carajo. 

¿Y si sus formas eran tener relaciones? Hace poco leí en un libro sobre los cambia formas... no, eso sería mucho peor. Estaba temblando como una frágil hoja en un árbol hasta que me baje del equino.

— Ya hay alguien adentro para darte tu nueva ropa y deja esa criatura a un lado.

— Estrella se queda conmigo. No confío en ninguno de tus bestias para cuidarlo. — acaricie el pelaje blanco que también sentía miedo.

Es un regalo del cortejo de Junghyun hace años, si algo le pasaba yo misma iba a ofrecerme a la guillotina.

— No temas, hermanita. La carne de caballo no es muy apetitosa, pero ir en tu propio caballo parece muy arriesgado, ¿No crees? Una de tus amiguitas es muy buena reconociendo animales.

Maldije entre dientes mientras yo misma lo ataba al establo improvisado, ni siquiera me atrevía a ver a los demás equinos. Todos debían estar contaminados de maldad. Lo ate de forma suave, lejos del resto y cerca a la salida. 

— Si alguien intenta hacerte daño sal corriendo hasta casa. — le murmure al oído y el rechino como si me pidiera irnos. — no traigas a más nadie aquí. Voy a regresar y nos iremos pronto. Tampoco comas nada que no te traiga Miwoo.

Si era así con un caballo no imaginaba la preocupación si hubiera aceptado la propuesta de Moonbin y traerlo.

Camine hasta la campaña que se me asigno, todos me evitaban o al menos tenía cierto poder que los advertía de no verme al rostro. Un par de rostros más conocidos que otros detrás de una cortina gruesa de odio.

— ¿Hiciste lo que te pedí? — Miwoo estaba dentro de la campaña, sentada en uno de los sillones.

— Algo así, ¿por qué tardaste tanto?

— Tuve que dejar todo en orden antes de venir.

— Es realmente sorprendente como lograste sacarte a Taehyung de encima. — la peli negro puso los ojos en blanco y señalo una silla de madera. Tome asiento quitándome la capa. — solo logre conseguir diez personas.

— ¿Solo diez?

— Soy policía y tengo un dialecto de mierda. Nadie va a creer lo que digo.

Le había pedido que trajera un par de personas que se unieron a la revolución solo para encontrar a sus seres queridos, era difícil. La mayoría aquí ya habían renunciado a su alma y ahora divagaban para vengar a sus muertos. Miwoo sin hacer muchas objeciones los dejo entrar.

𝕮𝖗𝖚𝖘𝖍 εїз KTH⁴Where stories live. Discover now