Bicho de Amor

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Camine a paso rápido por el camino de piedras, a esta hora el sol estaba en lo más alto de la colina y se colaba entre las ramas de los árboles. Hacia tanto calor que me arrepentí solo traer ropas de invierno.

— Identifíquese.

La familiar voz robótica se escuchó cuando toqué el timbre.

— Yan Iseul. — hubo duda en el otro lado y coloqué mi huella en el identificador. — solo vengo a visitar algunos proyectos y estudiar muestras.

— Su tío no nos dio autorización para que entrara.

— Ah, olvidé avisarle.

Puse mis manos a los lados de mi pantalón beige viendo en la cámara con mi mejor expresión de inocencia. Dentro todos me temían, pero le temían más a mi tío así que no me iban a dejar pasar tan rápido.

El gran domo hecho laboratorio era nuevo para mí porque el ultimo lo había convertido en un "Paraíso"

— Tenemos aquí una de sus amigas, no nos crea tan tontos.

— Solo vengo a convencerlos a todos porque Hanam debe quedarse aquí. Esta mejor aquí que afuera. — dije con un toque de honestidad.

Al final me abrieron porque mi padre es el presidente de Corea.

Todos tenían una idea de lo caprichosa y frívola que podía llegar a ser. Gracias a los cielos esa reputación se alimentaba con rumores que ellos mismos creaban o personas que desaparecían en mi presencia. Incluso nadie estaba seguro que fuera humana.

Que gracioso, que personas con un intelecto tan corto notaran algo tan oculto. El hecho de no ser humana.

Entre y pasé los múltiples anillos de seguridad. Incluso pensé que tendría que quitarme la ropa, pero eso sería algo que le sentenciaría a muerte. Ninguno de los autómatas del domo me miraba a los ojos, lo agradecía en parte o me herviría más la sangre. Sospechaba que los que asesinaron a mi abuela y violentaron los hombres del océano estaban aquí... caminando a mi lado mientras me apresuraba por los pasillos.

Encontré mi oficina más rápido de lo que creí y sonreí por lo sofisticada que era. Todo blanco con mi nombre tallado en el metal. Cualquiera pensaría que es un consultorio de una clínica del año 3000.

— Señorita Yan, ¿va a pedir algo a la cafetería?

— No, gracias.

No soy tan suicida como para comer algo aquí.

Los guardias que me acompañaban se fueron y solo una persona se quedó.

— Bueno, entonces. ¿Qué harás? — un doctor que se quedó en la puerta para verme con diversión detrás de sus lentes. — no sabía que la reina tendría tiempo de volver a reunirse con meros plebeyos.

— Solo vine a chequear las mujeres del océano.

— ¿También eres obstetra? Barbie es lo que quiere ser.

— No sabía que también fueras payaso, Ken es lo que quiera ser. — me reí con él.

— Dime el nombre a quien debo llamar... quisiera que llamaras a la tal Hanam que nos ha traído solo problemas, pero supongo ella no sabe lo que haces aquí.

— Estas en lo correcto, no quisiera hablar con ella ahora. — aunque me moría de la curiosidad por saber cómo estaba al menos sabía que permanecería viva si no interfería. — trae a Taeyeon-ssi, hace poco tuvo su hijo y quisiera saber cómo están.

— Sí, es el primero... tienes que verlo. Parece un ángel.

El medico dejo salir un comentario nada propio de nosotros y luego compuso su postura recta. Sus cabellos dorados y ojos negros volvían a ser un espejo de los míos.

𝕮𝖗𝖚𝖘𝖍 εїз KTH⁴Where stories live. Discover now