La Nueva Reina

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La mañana empezó llena de estrés.

Cuando salí de mi habitación ya casi era hora del desayuno, desde el tercer piso veía a las criadas de un lado a otro llevando el banquete al comedor. Me pregunté en que habitación se quedaba Junghyun y si llegar a pedir disculpas con manos vacías era demasiado cínico.

Me decidí entonces por prepararle yo misma el desayuno. Había la posibilidad de que ya hubiera despertado hace horas, pero cuando llegué las criadas soltaron un comentario.

— ¿Vino a buscar el desayuno de lord Junghyun?

— ¿No ha despertado?

— Lady Yan, ¿usted no lo sabe? — una de las mujeres me preguntó mientras yo revisaba en la alacena gigante por algunos ingredientes. — debería saberlo... sí duermen juntos.

Enterré mi cabeza en el cajón para esconder mi rostro de vergüenza.

— Ah... verdad... solo quiero hacerle yo misma la comida.

— ¿No le gusta la carne de ternero?

— No es eso, su comida es bastante deliciosa, pero es una costumbre en Quelpart. — nos e de donde saqué eso.

Las mujeres en vestidos blancos asintieron emocionadas.

Ofrecieron sus manos y sus conocimientos, temiendo lo que pasó hace años cuando aún era una adolescente. Rechacé toda ayuda aludiendo que de ahí nacería mi honor.

Mientras me sentaba a esperar el horno vi a las personas entrar con rapidez, las voces y risas del comedor.

Quería ver a Hanam antes de la coronación pero temía que mi presencia solo causara sospecha o indecisión. Confiaba que Raeki nunca dejaría su lado y Jungkook se encargaría de reconfortarla si era demasiado abrumador.

— Lady Yan... ¿puedo hacerle una pregunta? — una criada bastante joven me pregunto mientras sacaba un pez entrometido de la cocina.

— Dime.

— ¿Como pasa tanto tiempo lejos de Lord Junghyun? Los reyes no son muy fuertes en ese sentido... tenía que ver al rey Jeon cuando la reina Kim fue raptada. En todo el reino se volvió a sentir la misma desesperanza cuando la muerte de sus padres.

Yo que jugaba con la gargantilla de mi vestido me quede estática viéndole a los ojos. Ella en realidad estaba intrigada.

Supongo que el enrojecimiento de mis ojos también advirtió a todos de la mala noche que tuve.

— Yo... no lo sé. El tiempo simplemente pasa.

— Perdóneme ser tan entrometida. — se inclinó con vergüenza y yo aclaré mi garganta para sonar más suave.

— No es nada, comprendo que se preocupe por él. Supongo que aún hay un muro entre los humanos y ustedes, esperemos que Hanam si sepa manejar ambas realidades. — me levanté del asiento arreglando la falda de mi vestido y preparé los platos. — me disculpo si aún no soy una persona accesible.

— ¡No diga eso! Usted es lo más dulce y bondadoso que ha pisado este gran castillo, cada día nos convencemos por qué Junghyun la hizo su pareja.

Yo sonreí con mis labios sellados. Preparé los últimos detalles y salí casi corriendo de ahí.

Era bastante vergonzoso preguntarles a los guardias que me acompañaban donde dormía Junghyun así que siguiendo mi instinto fui a su antigua habitación. Quedaba en el mismo pasillo que la mía, doblando una esquina hacia la derecha. Las cortinas seguían cerradas y no había un alma en este piso.

Los guardias se despidieron y yo revise como me veía en el reflejo de la taza.

No toque porque no era necesario, sabía que estaba dentro. Su habitación si había tenido unos cambios, ahora era de color blanco con pocos muebles y un jarrón de peonias frente a la ventana. Las sábanas eran doradas y él estaba sentado de espalda a la puerta. Su cabello plateado era iluminado por escasos rayos de sol que se colaban entre las cortinas entre abiertas.

𝕮𝖗𝖚𝖘𝖍 εїз KTH⁴Where stories live. Discover now