Tres de Copas

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Pase la llema de mis dedos por las flores del alfeizar, la habitacion tenia tantos colores y arreglos que no sabía que mirar primero. Era tan extraño despertar de esta forma... como si hubiera despertado en el cuerpo de una extraña.

Mi dedo indice encontro el cactus en un esquina, fui atraida a el para saber que tanto dolería.

— El auto ya esta listo. — su voz se escuchó mas cerca a mi oido y unas manos grandes se encerraron en mis muñecas como esposas.

— ¿Todo se va a quedar?

— Dime que otra cosa quieres llevar...

Sus manos no dejaron de hacer presion en mis muñecas hasta que aleje mi vista del cactus y camine un paso atras, chocando con el pecho ajeno. Su agarre suave se deshizo y yo vi el letrero de bienvenida con los globos.

— Tal vez deberíamos dejarlo. Alguien puede usar esta habitacion. — baje las mangas de mi sudadera para que escondieran mis muñecas vendadas. — ¿donde estan todos?

— Ocupados.

— ¿Junghyun se fué?

Taehyung me vió desde la esquina de su ojo mientras saliamos al pasillo vacio, este hospital era fantasma.

En el bolsillo de mi sudadera estrujaba la hoja de papel con una sola frase. "Te extraño demasiado para seguir enojado" escrito en cursiva y tinta negra.

— El dijo que ya sabias. — la voz de Taehyung era serena y sus pasos eran seguros sobre el suelo. — ¿Necesitas que lo llame?

— Incluso si yo lo llamo, no volverá, el me prometió que si sucedía otra vez no iba a volver a verlo.

Taehyung vacilo un paso en el ascensor.

— ¿Eso te dijo?

— Sí.

— Es una amenaza demasiado dura.

— ¿Lo crees? No pudo detenerme un solo segundo. Entonces no es lo suficientemente dura... — murmuré cerrando mis ojos hasta que llegamos al lobby.

Sali por la gran puerta y el sol brillaba en lo alto, nunca lo habia sentido con tanta fuerza. El calor y la humedad me recordaban que seguia pisando la tierra con mis dos piernas, mis dos brazos, mi cabeza, mi corazon roto.

Taehyung dejo las cosas en su nuevo auto, mi cojunto rosa me hacia sentir mas como la Yan Iseul de su adolescencia. Aunque Dojin habia tardado toda la mañana peinando mi cabello, ahora lo arruinaba mientras mis dedos no dejaban de hacer nudos para despues arrancarlos de raiz. Taehyung se dio cuenta y volvio a tomarme de la muñeca.

— No lo hagas.

— Lo lamento. — aclare mi voz.

— No lo lamentes si lo haras de nuevo... solo no lo vuelvas a hacer, te va a dar dolor de cabeza.

Decidí entonces jugar con el borde de mi ropa.

— ¿Los demas estan esperando por mi en casa?

— No vamos a casa.

Aunque la voz de Taehyung siempre era suave y llena de afecto, sus palabras cortaban como un cuchillo. Era evidente que ellos iban a descubrir lo que hice, aunque no supieran el por qué, era inevitable que no podria volver a casa.

Entonces esa idea de mi madre dejandome en un manicomio no parecía tan descabellada. ¿Taehyung me dejaría en un lugar así?

— Llevame a casa.

— Entra al auto. — Taehyung abrio la puerta y coloco una mano en mi espalda.

— No, vayamos a casa, si quieres puedo quedarme en mi habitacion para nunca salir pero-

𝕮𝖗𝖚𝖘𝖍 εїз KTH⁴Where stories live. Discover now