El Camino a Busan

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— Álzalo un poco a la izquierda.

Me acerque a la pared para ver más detalladamente que quedara derecha. Taehyung tenía un tiempo difícil intentando instalar las repisas de su departamento, mis ojos no eran muy buenos y los lentes de contacto no tenían tal espectro.

— Déjame hacerlo a mí. — Namjoon le hizo a un lado volviendo a tomar el taladro. — ustedes los humanos y sus ojos de adorno.

— ¿Vas a ayudar o maldecir nuestra raza?

— No es personal, los humanos son muy fáciles de burlar.

Namjoon sonrió con sus hoyuelos mientras acertaba en instalar la repisa. Él tenía cierto aprecio por Taehyung que iba más allá de ser un niño peculiar y se había ofrecido a ayudarle a mudarse. Le acompaño incluso a comprar los muebles.

Lo que me llevaba a pensar que extrañaba a Seokjin y no tenía más remedio que hacer otro amigo.

— Hyung, ¿es tan importante tener una mesa? Isie come en el suelo. Está bien para mí. — Taehyung refunfuñaba armando la pequeña mesa de té.

— Porque Iseul come en todos lados menos en casa.

— ¿Por qué hablan de mi en tercera persona? Aquí estoy.

— Lo siento, sin zapatos es más difícil verte. — murmuró recostándose en la ventana.

Chasqueé la lengua fingiendo enojo, pero le sonreí agradecida. Yo sola no hubiera podido con todas las cajas y mi sentido de decoración era muy pobre.

A mí me bastaba con una silla y un sofá frente una tv que nunca encendía.

Taehyung en cambio se mudaba solo por primera vez en su vida, era una realización de la vida adulta, que requería demasiada madurez y responsabilidad. Después de esa noche donde se juzgó a si mismo por no controlarse... decidió que mudarse sería lo más apropiado, al menos, hasta que sus instintos no fueran peligrosos.

Entonces el me habló de cuantas noches a la semana debía quedarme en su departamento.

— Lo hiciste, Taehyung. Felicidades. — di un pequeño sorbo de mi cerveza sentada en su nueva cama.

— Gracias.

— No hice nada... tú mismo rentaste un lugar y te mudaste. Voy a extrañarte hasta doler, pero vives cerca del hospital así que espero tener una pequeña siesta aquí si me abres la puerta. — sonreí con la imagen mental.

— Yo seré quien más te extrañe. ¿No puedes venir a vivir conmigo?

Sus palabras contradecían sus actos y yo me reí.

— No te dejaré ir si me pones esos ojos de gato con botas.

— Agh, su alteza, contaré los días hasta que pueda descifrar lo que vive en mí. Entonces podre decir con más confianza que yo te invité a vivir conmigo y no lo contrario. — se recostó a mi lado en el colchón desnudo, yo termine de tomar la lata de cerveza con un solo trago. — no soy machista... pero mi reputación prende de un hilo si todos siguen diciendo que me rescataste de un basurero.

— ¿Quién dice eso?

— Yoongi hyung empezó el rumor.

Alejo el cabello de su frente e hizo un puchero que derritió mi corazón. El entonces empezó a ilustrarme con palabras como iba a remodelar todo poco a poco y cuanto trabajo requería pedir un préstamo al banco.

"Son unas víboras. Odio las víboras" terminó su monólogo acerca del capitalismo.

Namjoon se fue después que todo estaba parcialmente armado y nos dijo que no iba a bajar a la tierra en mucho tiempo. Se había decidido por asentarse en la luna ya que no había nada en la tierra que volviera a anclarlo.

𝕮𝖗𝖚𝖘𝖍 εїз KTH⁴Where stories live. Discover now