Faith | Harry James Potter

ochenta y cuatro

—¡Faith, levántate!

La voz de Ginny despertó a Faith de su sueño de Quidditch. Ella entrecerró los ojos cuando la luz del sol golpeó su rostro. Vio el rostro de la pelirroja colgando sobre su rostro con una sonrisa.

—Ahí tienes—dijo Ginny. —Mamá tiene el desayuno para ti y Harry, ustedes son los últimos en levantarse.

Faith tuvo que pensar por un momento para recordar lo que había hecho esa noche. Después de visitar a Horace Slughorn con Harry y Dumbledore, se aparecieron de nuevo en la madriguera y Dumbledore quería tener una conversación con los dos en privado sobre las lecciones personales que Harry seguiría con él ese año. Luego, cuando Dumbledore se fue, tomaron una sopa con la Sra. Weasley y esperaron a que el Sr. Weasley regresara a casa de su nuevo trabajo en el Ministerio. Recordó haberse ido a la cama sintiéndose un poco más deprimida que el resto de la noche, pero no pudo encontrar una razón para ello.

Ginny salió de su habitación y entró en la siguiente, anteriormente la de Fred y George, pero ahora la de Harry. Faith ya escuchó voces provenientes de él, asumiendo que Ron y Hermione ya habían venido a hablar con él.

Con un largo bostezo, Faith se estiró y se dirigió a ponerse algo de ropa mientras usaba sus habilidades para arreglarse el cabello.

—Últimamente Bill está muy ocupado, tiene mucho tgabajo, y yo sólo tgabajo a media jognada enGingotts para mejogag mi inglés; pog eso me pgopuso venig a pasag unos días aquí paga conoceg a sufamilia. Me alegé tanto de sabeg que ibas a venig... ¡Aquí no hay gan cosa que haceg, a menos que teguste cocinag y dag de comeg a las gallinas!¡Buen pgovecho, Hagy!

Justo cuando Faith estaba a punto de entrar a la habitación de Harry para hablar con los demás, Fleur Delacour, la prometida de Bill, salió pero le sonrió emocionada a la chica.

—¡Faidz!— Dijo felizmente. —¡Buegnos días!

—¡Buenos días, Fleur!— Faith le devolvió el saludo, ignorando las miradas que recibió de las personas dentro de la habitación. —Ya casi he terminado el collar, debería estar listo hoy o mañana.

—¡Diasg, Faidz!— Fleur sonrió mientras saltaba escaleras abajo.

—Todos aquí la odian, excepto Faidz—, le dijo Ginny a Harry, burlándose del acento de Fleur.

—Eres toda una dramática. Buenos días, Harry. Es muy amable si tratas de conocerla—dijo Faith mientras entraba en la habitación y se sentaba en una de las cajas grandes que Fred y George dejaron atrás. junto a la cama de Harry. Harry todavía estaba bajo las sábanas, sentado contra la cabecera con una bandeja llena de desayuno en su regazo.

—Buenos días—le devolvió el saludo Harry.

—Solo te gusta porque está interesada en tus piedras preciosas— dijo Ron con los ojos en blanco. —Una vez pasaron toda una tarde revisando la colección de Faith. Su cabello se volvió verde y morado— agregó Ron la última parte a Harry.