𝐧𝐮𝐞𝐯𝐞.

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Era un nuevo día.

Un lindo chico peli-castaño hacía la misma rutina de todas las mañanas antes de ir a la escuela. Despertar, asearse, vestirse con el uniforme, guardar en su mochila las cosas necesarias y finalmente, desayunar con su familia antes de salir de la casa.

Siempre tomaba uno de los primeros trenes de la mañana, por eso era uno de los primero en a la escuela.

Como de costumbre, saludaba cordialmente a varios alumnos y profesores que la daban los buenos días en su camino a la sala del Consejo Estudiantil.

Al llegar, se sentó en su escritorio soltando un suspiro antes de comenzar con su trabajo.

Unos minutos después la puerta fue abierta, dándole paso a un bonito peli-azul de mejillas abultadas. Jay lo miró algo sorprendido, pero le dedicó una pequeña sonrisa a modo de saludo.

──JungWon-Ah, buenos días. Me sorprendiste. Aún es bastante temprano.

El mencionado dejó su bolso sobre una mesa y se acercó al escritorio del mayor.

──Buenos días hyung. Hoy me levanté más temprano. ──Jay miró hacia la puerta, como esperando que alguien más entrara, cosa que no sucedió.

──¿Jake no viene contigo? Eso sí es raro. ──JongSeong rio, pues sus palabras causaron un leve sonrojo en su amigo.

──La verdad es que quería hablar contigo, a solas. Por eso vine más temprano y sin él hoy ──el rostro del peli-azul cambió a un semblante algo serio.

El americano curvó una de sus cejas en confusión.

──¿Pasó algo malo?

──Bueno, eso me lo dirás tú. ──el omega menor cruzó sus brazos sobre su pecho y habló con un tono de regaño. ──No pienses que olvidé tu extraño comportamiento de ayer. Me estás ocultando algo, así que quiero que me lo digas.

Jay se puso ligeramente nervioso, aunque mantuvo su fachada tranquila. Su mente empezó a pensar rápidamente en que debería decirle a su amigo.

JungWon podía ser un chico bastante despistado y torpe a veces, pero en estos casos, él era todo lo contario. Parecía que tenía un sexto sentido para saber cuándo él, o a algún otro amigo suyo, le pasaba u ocultaba algo.

Debía darle algo concreto, ya que él no se creería cualquier cosa. Mordió su labio inferior algo indeciso, lo mejor era decirle la verdadera historia.

──¿Conoces a Lee HeeSeung, el presidente del Club de Música? ──JungWon asintió a modo de respuesta. ──Pues él descubrió que soy un omega.

El omega castaño abrió los ojos de la sorpresa y con una mano tapó su boca igualmente abierta.

──P-Pero, ¿Cómo fue eso posible? Ustedes ni siquiera son cercanos. ──su ceño se hallaba fruncido en preocupación por su amigo, temía que Lee HeeSeung pudiera perjudicarlo con eso.

Jay dejó salir un profundo suspiro mientras jugaba con los dedos de sus manos, las cuales estaban apoyadas encima de su mesa.

──¿Recuerdas cuando descubriste que yo era un omega? ──el contrario asintió. ──Pues paso algo similar a eso. El día que llegó mi celo estaba aquí solo en la tarde, mi caja de supresores estaba vacía y HeeSeung me encontró tirado en el suelo. ──le contó lo más breve posible.

──¿Y qué hizo él? ¿No me digas que se aprovechó de ti y por eso estabas así? ──los puños del menor se cerraron ante la idea. ──Dímelo, y yo mismo lo golpearé. No me importa que sea un alfa.

❝¡El presidente del consejo estudiantil es un omega!❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora