𝐞𝐬𝐩𝐞𝐜𝐢𝐚𝐥.

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Jay siempre había estudiado por sí mismo, siendo de esas personas que lograban una concentración óptima solo cuando se encontraban rodeados por el completo silencio y la soledad.

Sus notas eran excelentes, pero ni siquiera así él estaba dispuesto a bajar la guardia y dejar el estudio de lado, por lo que, de todas maneras, siempre se esforzaba en repasar los contenidos antes de cualquier examen. Aunque en aquella ocasión había un factor diferente, no estudiaría solo. HeeSeung le había pedido que estudiaran juntos, diciéndole que tenía dudas en cierto contenido y deseaba que el americano le explicara.

Obviamente, esto solo era una excusa barata que había inventado el alfa con el objetivo de pasar algo de tiempo con el omega, el cual lo había estado ignorando al estar tan enfocado en estudiar para los exámenes.

Estudiarían en la biblioteca, pues allí tendrían tranquilidad y los materiales bibliográficos necesarios para su siguiente examen final que sería el de Historia, aunque el punto de encuentro sería un pequeño parque que quedaba a solo tres cuadras del lugar de destino.

Eran las nueve de la mañana, JongSeong ya se encontraba en dicho parque, observando su entorno y las personas que caminaban alrededor de él mientras esperaba por el azabache.

Su pie comenzó a repiquetear contra el suelo y su paciencia a colmarse cuando media hora después no había señales del alfa aún. Le parecía raro. El más alto siempre llegaba temprano a cualquier encuentro, cita o reunión. Sacó su teléfono de su bolsillo para mandarle un mensaje, y como si lo hubiera llamado con el pensamiento, su móvil comenzó a sonar con una llamada entrante del alfa.

──¿HeeSeung? ¿Dónde diablos estás? Llevo esperándote un buen rato en el parque. ~ le cuestionó apenas levantó la llamada.

No hubo una respuesta inmediata, más bien se escuchaba una respiración pesada, acompañada de algunos quejidos muy bajos, casi imperceptibles.

──No p-puedo ir. ──la voz del alfa sonaba un par de tonos más graves, aunque algo ahogada a la misma vez, como si apenas pudiera hablar. ──Mi celo. Lo siento. Te llamó... ──se detuvo nuevamente, interrumpido por otra queja que sonó casi como un gruñido. ──Después... Adiós.

Y sin esperar respuesta alguna, el alfa colgó la llamada, dejando a

Jay totalmente confundido y con una sensación extraña punzando en su pecho.

Si bien era cierto, esta no era la primera vez en la que HeeSeung entraba en celo desde que ellos se habían convertido en una pareja; sin embargo, esta vez se sentía diferente.

En su mente se repetían las palabras que el alfa recién le había dicho, pero, sobre todo, la forma en que estas habían sonado. Se escuchaba tan adolorido y fatigado, que parecía la voz de alguna otra persona. Jay imaginó que debía estarla pasando muy mal, y su corazón se aceleró cuando su lobo se removió en su interior, reclamándole por algo que aún no podía entender del todo.

O sí lo entendía, solo que estaba muy asustado e inseguro como para aceptarlo.

Él se reconocía como el omega del azabache, y como tal, todos sus instintos le gritaban que él tenía un rol que cumplir ahora mismo.

Los recuerdos de hace poco más de un año, cuando HeeSeung había hecho lo mismo por él, llegaron a su mente de un solo tiro, y toda su anatomía se estremeció de solo pensar que él tendría que hacer algo así por el alfa.

Los nervios se apoderaron de él.

Comenzó a caminar de un lado a otro en su lugar, casi creando un nuevo camino con sus pisadas y ganándose las miradas extrañas de algunos transeúntes.

❝¡El presidente del consejo estudiantil es un omega!❞Where stories live. Discover now