𝐪𝐮𝐢𝐧𝐜𝐞.

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Aquel agradable y acogedor parque era normalmente un punto de descanso para muchas personas que pasaban por allí. Muchos se sentaban unos minutos en los cómodos banquillos bajo la sombra de los árboles, mientras disfrutaban de la suave brisa que acariciaba sus rostros y veían a los niños felices jugar.

Pero ahora no, en aquel momento, nadie se atrevería a acercarse.

Predominaba un ambiente hostil y violento dónde podía percibirse los golpes, patadas, gruñidos y amenazas que eran lanzados sin contemplaciones por un grupo de chicos adolescentes. El entorno estaba sobrecargado con una mezcla de fuertes aromas masculinos, que transmitían odio, violencia y superioridad ante el rival.

Nicholas era uno de los protagonistas de este enfrentamiento. Él junto con dos de sus compañeros, se mostraban cansados, tenían los labios rotos y ojos morados eran visibles en todos los chicos que estaban ahí.

El orgullo prevalecía, pues seguían firmes antes los asaltos contrarios.

Ambos bandos se detuvieron, exhaustos, con sus respiraciones erráticas y extremidades doloridas, pero mantenían sus vistas altas y fijas, denotando prepotencia, como si aún liberaran una batalla solo con la mirada.

Estaban listos para volver a lanzarse unos sobre los otros, hasta que un fuerte grito que logró ser escuchado por todos, detuvo sus movimientos.

──¡Wang Yi Xiang!

Todos los presentes dirigieron su atención a aquella nueva voz que sonaba claramente malhumorada e imponente. Jay se acercaba a grandes pasos, con una postura tensa, tenía su ceño fruncido en molestia y los puños cerrados a cada costado de su cuerpo.

JungWon y Jake venían detrás de él, igual de preocupados por la situación. El peli-castaño se paró en medio de los golpeados chicos que antes peleaban. Sus manos se apoyaron en sus caderas y la punta de su pie derecho comenzó a dar rápidos e impacientes toques contra el suelo.

──Wang Yi Xiang, quiero una explicación de esto. ¡Ahora! ──demandó.

──Presidente. ──Nicholas realmente sintió algo de miedo de ver a Park así de enojado, a pesar de que este era un omega, podía ser muy aterrador. ──¿Qué está haciendo aquí?

──Esa no es la respuesta a mi pregunta.

──Presidente, yo lo siento, pero la culpa es de esos tipos de allí. ──su dedo índice señaló despectivamente a sus contrincantes. ──Ellos empezaron a molestarnos y nosotros no íbamos permitir que eso pasara.

──¡Claro que no! ──exclamaron a la misma vez los chicos que acompañaban al peli-negro.

──¡Silencio! ──los regañó el americano. ──¡Ustedes también están en graves problemas! ¡Más aún porque ustedes son de primer año! ──ambos chicos bajaron la cabeza como dos cachorros obedientes.

──No, presidente. Taki y Ni-ki no tienen la culpa. Yo fui quien los arrastró a esto. ──Nicholas trataba de ayudar a su par de amigos beta. ──Yo tomaré la responsabilidad.

──Eso lo decidiré yo. ──el tono de voz del peli-castaño era severo.

──A todo esto, ¿Quién se supone que este chico que apareció armando escándalo? ──habló uno de los estudiantes de la otra escuela, mientras arreglaba un poco su uniforme todo estrujado por la pelea anterior.

Jay al fin les dedicó su atención a aquellos tres y se presentó con voz dura, manteniendo su porte de autoridad, pero con respeto.

──Me llamo Park JongSeong, soy el presidente del Consejo Estudiantil de la escuela Hokori, y, por lo tanto, soy responsable de las acciones de mis estudiantes.

❝¡El presidente del consejo estudiantil es un omega!❞Where stories live. Discover now