𝐞𝐱𝐭𝐫𝐚.

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Un grupo de cinco chicas, todas ellas omegas, se empujaban entre sí para intentar obtener una mejor posición que les permitiera mirar con disimulo hacia el interior de aquel salón prácticamente vacío.

──Oye, no empujes tanto, yo también quiero ver. ──reclamó una delgada peli-castaña a la peli-rubia a su lado, esforzándose en alzarse con la punta de sus pies para observar por la ventana, pues no era tan alta.

──Es más guapo de lo que nos habías dicho. ──dijo otra de las chicas presentes, mirando embobada hacia el interior del salón. ──Parece sacado de un anuncio de revistas.

──Te lo dije, amiga. ──respondió una omega de cortos cabellos rojizos. ──Está en primer año, pero ya se ha creado cierta fama. Incluso algunos estudiantes de años mayores lo mencionan.

Todas soltaron un pequeño suspiro de asombro.

──¿Estás segura que es un omega? ──cuestionó dudosa una peli-negra que no había hablado hasta el momento, sin apartar la vista de la persona que todas miraban. ──Es decir, tiene todo el porte de un alfa. Alto, hombros anchos, cuerpo musculoso, piernas formadas y esa típica aura imponente.

──A mí también me sorprendió al principio, pero mi amiga, que es su compañera de clases, me lo confirmó. ──respondió la que parecía más conocedora del tema. ──Dice que tiene un dulce olor a vainilla y cerezas. Y no solo eso...

──Dinos, Jae. No nos dejes con la intriga. ──animaron a la chica a que continuara cuando se quedo en silencio con cierto aire de misterio.

──Dice que está emparejado con un alfa también guapo. ──finalizó, haciendo que los rostros de sus amigas se dibujaran muecas de desilusión.

──Joder, me preguntó quién será ese alfa que logró conquistar el corazón de este Adonis. ──dijo la peli-castaña con un puchero. ──Hasta yo hubiera intentado conquistarlo.

──No digas tonterías. ──regaño la peli-rubia. ──Una relación entre dos omegas no funcionaría. Estamos fuera de su liga.

──Cállate. ──reclamó la contraria molesta. A fin de cuentas, sabía que su amiga tenía razón. ──Por un varón como ese, yo lo haría funcionar. 

Todas rieron bajo, concordando con el comentario de su amiga, a pesar que fuera un poco descabellado.

Continuaron ensimismadas apreciando un poco más al individuo dentro del salón, quien cabe mencionar que estaba tan concentrado escribiendo en su cuaderno que no parecía darse de la presencia de su pequeño público. Asimismo, por el simple hecho de que las clases ya habían terminado hace un buen rato, no quedaban tantos estudiantes por los pasillos que viera el cuestionable comportamiento de aquellas féminas. 

O eso pensaban.

──Buenas tardes señoritas.

Una grave pero aterciopelada voz sorprendió a todas, haciéndolas saltar levemente en su lugar. Habían estado tan distraídas observando, e incluso tomando algunas fotos sin permiso de aquel chico, que no notaron cuando otra persona ajena se había acercado a ellas, atrapándolas en el acto.

──Ho-Hola. ──respondió una de ellas nerviosa, teniendo que levantar ligeramente su rostro pues la persona en frente suyo la superaba en altura.

──¿Acaso no les han dicho que espiar a alguien así, es de mala educación? ──Aún si este parecía calmado, el tono con el que hablaba sonaba a un regaño. ──Además, que unas lindas señoritas se queden hasta muy tarde en la escuela podría ser peligroso. Creo que lo mejor sería que todas regresen a sus casas.

❝¡El presidente del consejo estudiantil es un omega!❞Where stories live. Discover now