Capítulo 49 - "La chica nueva"

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[La chica nueva]

Cheryl

Era extraño de alguna manera, el pasar a buscarla todas las mañanas, caminar de la mano por los pasillos sin importar quien nos estuviera viendo, besarla cuando se me diera la gana y romper cada una de las inseguridades que nos había rodeado desde el primer momento. Era extraño, pero era tan tierno encontrar a esa persona que te hacía sentir como nadie más, que te hacía sentir en casa

Ahora veía como conversaba con nuestras amigas, mientras me mantenía sentada en sus rodillas, con una mano acariciando con suavidad mi pierna. Era como una especie de costumbre adquirida en la que ella misma se negaba a dejar de tocarme en cualquier momento

- ¿En qué piensas? - Susurró inclinando su cabeza hasta quedar apoyada entre mis pechos - Mi traserito de durazno

- Que idiota - Susurré, enrollando mis dedos en las suaves hebras de cabello - Pero eres la idiota que quiero

Con cuidado busqué sus labios, encontrando un beso efímero que apenas migró más allá de un simple toque, sino que se convirtió en un toque lleno de sentimientos que apenas dejaba deseando más. Ella continuó con los ojos cerrados y con la trompita estirada, como si se negase a dejar experimentar lo que fuese que sintió en ese momento

- ¿Qué pasa? - Con la punta de mis dedos recorrí su perfil, terminando en la punta de su nariz - ¿Por qué no abres esos lindos ojitos?

- Porque anoche, cada vez que soñé contigo, despertaba queriendo volver a besarte - Susurró - Pero no, tu simplemente desaparecías y yo me quedaba con ese vació horrible - Suspiró pesadamente - Así que me quedó así

Sonreí

- Te informo que no me estás soñando

- Nadie me lo asegura

- Si te doy otro - Tente sus labios entre los míos - ¿Me creerías si te digo que soy real?

Se encogió de hombros

- Hay que probar

- Eres una consentida - Refuté

Negó con suavidad y sonrió de la manera más dulce que jamás pude imaginar

- Tu me hiciste así - Susurró - Aparte de pervertida - Estaba jugando como si fuese una pequeña atrapada - ¿Me darás mis besos o seguirás cuestionándome todo?

Volví a tomar sus mejillas con dulzura, clavando mi labio entre los suyos y disfrutando de ese beso prometido que parecía escapar de nuestras propias capacidades, convirtiéndose en una especie de burbuja llena de sentimientos que apenas era capaz de contenerse. La besé con ganas, como si mi vida se acabara, pero al mismo tiempo, con tanta ternura que no se podía considerar pasional o indecente; era un beso lleno de amor puro

- Señoritas - La voz potente de algún docente apareció de la nada - Muy indo espectáculo de amor - Claramente estaba utilizando el sarcasmo - Necesitamos iniciar la clase

Me deslicé tímidamente hasta el asiento de al lado, intentando contener el rojo de mis mejillas

- Linda - Susurró Toni con los labios curvados en una hermosa sonrisa - Me quedó todo claro - Era increíble como ella no perdía la tranquilidad en ningún momento - No estoy soñando, realmente te tengo conmigo

Quise responder algo, cualquier cosa que le hiciera saber que sentía la misma emoción, por fin, ser ese algo que tanto habíamos buscado y, al mismo tiempo, tanto habíamos desplazado. Había descubierto en ella un ser que jamás pensé encontrar, una persona dulce y compasiva, de esa que con una sola mirada eran capaces de dar tanto o más de lo que tenían. Quise responderle de tantas maneras, pero lo único que mi cuerpo logró hacer, fue esconder mi rostro en su cuello en un vano intento de esconder la emoción que nos había embargado a ambas

Sexting ✔️Where stories live. Discover now