Capítulo 16 - "La señora suegra"

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[La señora suegra]

Antoinette

La irritante luz que se colaba por la ventaba estaba haciendo que el dolor en mi cabeza se hiciera tres veces más fuerte. Haciendo una recapitulación de todo lo que sentía esa mañana, debía considerar que esa noche sería una de las que recordaría por el resto de mi vida

En primer lugar, mis ojos parecían estar arenosos por la falta de sueño y por esa misma razón, la cabeza me daba vueltas de forma vertiginosa que apenas me permitía levantarla de la almohada. Siguiendo con todo, el persistente dolor en mi entrepierna y el adormecimiento incipiente en mis muslos solo eran un pequeño recordatorio de que la noche anterior había sido real; creo que mis pezones habían quedado completamente atrofiados luego de estar parados toda la noche, menos mal mi clítoris no sufría la misma aflicción

- Cierra las cortinas - Balbuceó girándose para volver a medio cubrir su trasero con una sábana - Quiero dormir

Cheryl se acomodó como si realmente no hubiese nadie más en esa habitación y finalmente terminé por quedarme embobada ante la idea de seguir observando su cuerpo medio desnudo y tan dispuesto para mí

¿Sería mal visto si la violara en este momento?

Después de lo que pasó esta noche, no había forma posible de que me separase de su piel o de que dejara de intentar abordarla en cada una de las esquinas para poder hacerla mía. Pero parece que el mundo completo estaba conspirando para que yo no siguiera apreciando esa hermosura rodeada del gris pulcro de las sábanas

Número desconocido

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Hola

¿Puedes despertar a mi hija?

Y dile que está listo el desayuno

Visto a las 10:11

¿Qué diablos? ¿Por qué había un número desconocido pidiéndome eso? ¿A qué clase de idiota tenía que terminar por matar para que dejase de molestarme?

Creo que se ha equivocado 

Además

No sé quién es su hija

Si claro

Te la comiste con pan toda la noche

Y ahora no sabes quién es mi hija

¿¡Qué!?

¿Quién habla?

Soy la madre de Cheryl, Antoinette

Y no te preocupes en negar nada

Mi hija no es silenciosa

Los perros no saben de privacidad

¡Oh, Dios!

No lo puedo creer

Créeme, tienes un trasero bonito

Pero al menos pongan un calcetín en la puerta

Para no mirar adentro, cuando el perro abra la puerta

Son cortesías básicas del sexo

Calcetín en la puerta

Estamos ocupadas

Sexting ✔️Where stories live. Discover now