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Capítulo 27 - "Buenos días, princesa"

[Buenos días, princesa]

Cheryl

Conquistarla, ¿cómo podía conquistar a alguien que tenía el corazón tan destrozado? ¿Cómo conquistar a Antoinette si en realidad yo la había alejado con palabras crueles?

Antoinette siempre me había abordado de una manera poco usual que cualquier persona la conocería como una locura tremenda. No obstante, ella se las había arreglado para hacerme dependiente a sus mensajes, a sus coqueteos idiotas y a sus toqueteos torpes; Antoinette me hizo indispensable en unas cuantas semanas y yo no era capaz de hacer algo para que ella sintiese esa misma necesidad por mi parte

¿Cómo haría para que ella sintiera que no podía estar sin mí? ¿Cómo haría para que ella sintiera esa entrega completa que había desarrollado al mismo instante en que la había perdido?

Miré el celular, su Instagram seguía sin aparecer, su foto de WhatsApp y los mensajes seguían sin llegar; se había tomado al pie de la letra eso de dejarme en paz y quizás era la manera de sanarse, pero no era justo, no cuando yo no quería que se sanara de mi y me apartara por completo

En ese momento supe que la vida podía ser completamente irónica cuando así lo deseaba. Cuando no la quise, ella insistía en quedarse, recordándome que siempre estaría ahí y ahora que la quería tanto conmigo, que deseaba que siguiera con sus insistencias, coqueteos y mensajes extraños, decidía tomarme la palabra y alejarse por completo

- ¿Cómo hago para que me escuches una vez más? - Susurré mirando el techo, perdiéndome en mis propios pensamientos - ¿Cómo hago que me escuches?

- Espero que estés hablando de Antoinette - Para hacer todo un poco más interesante, ahí estaba mi madre - Porque si estás hablando de la otra chica, no pienso darte consejo alguno

Suspiré

- Eres mi madre, se supone que debes velar por mi bienestar, por mi felicidad - Le reclamé - En cambio, te niegas a darme un consejo de madre experimentada, si la candidata no es a la que tu le apuestas

Mi madre entró cuidadosamente, sentándose a mi lado con una sonrisa

- Precisamente, porque soy tu madre y te conozco, exactamente, por eso te digo, que si no es Antoinette por quien te estás haciendo esas preguntas al cielo - Me quedé mirándola el cielo, pensando en todo lo que podía decir para que me ayudaran - Solo dime, cielo, necesito que me digas para poder ayudarte

- Le hice daño a Antoinette con mis palabras - Susurré

- Lo escuché - Respondió - Estaba ese día que pelearon

- Pero ella decidió por primera vez escucharme y ahora me ha bloqueado de todo, no me habla y se aleja de mí - Miré el celular, sintiendo que el corazón se me apretaba cuando veía ese chat vacío - No sé como hacer que ella me perdone y vuelva a sonreírme de esa forma dulce que solo Antoinette puede

- ¿Cómo te conquistó ella?

- Mensajes

Mamá sonrió

- Entonces haz lo mismo - Lanzó risueña, encogiéndose de hombros con una sonrisa traviesa, similar al de una pequeña que acaban de atrapar en una travesura - Envíale mensajes, sé que puedes solucionar eso - Un beso suave quedó volando en mi mejilla y arrancó una sonrisa - Sé que puedes tenerla entre tus brazos otra vez, cariño, pero por favor, el sexo de reconciliación que no sea mientras yo esté en la casa - Declaró - Eres un poco ruidosa

Mamá salió de la habitación, dejándome tan avergonzada y a la vez tan confundida que apenas era capaz de encontrar esa neurona que funcionaba en mi cerebro y le ordenara mi cuerpo para volver a hacerlo respirar. Me quedé ahí pensando en como hacerle llegar un mensaje que no fuese bloqueado de inmediato