«Las Garras de Lucifer narra la historia de amor entre Luzbel, Corina y Lucas. Luzbel es un escritor reconocido de la editorial Casa Roja mientras que Corina refleja en su mirada todos los maltratos que la obligaron a escapar del hogar que llamó alg...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Una semana pasó luego de toda la montaña rusa emocional en la que todos estaban montados; desde Luzbel con el descubrimiento de su medio hermano hasta Valentino a la espera de su combate.
Corina apoyó como nunca a Lucas quien parecía muerto en vida ya que luego de hablar aquel día con Rouse; ya no volvieron a tener ningún contacto. Cosa que tenía aterrorizada la cabeza del pintor y que lo hacía pensar en mil y un fatalidades deseando poder terminar su viaje cuanto antes. Agatha siguió teniendo llamadas más frecuentes con Ana cada vez más con más intensidad deseando ambas que el viaje terminara para poder estar juntas. Quizá para ella el festival ya estaba pasando a un segundo plano.
Mientras todos estaban en sus respectivas habitaciones. Luzbel y Agatha se estaban vistiendo por su primer evento de la semana el cual era la toma de fotos para una de las revistas más importantes del país.
Cuando llego el momento. Corina junto a su jefe y Agatha salieron del hotel para ir a la sesión fotográfica. Esta vez Lucas le diría a Luzbel que había enfermado como una excusa más para seguir con su tristeza.
—No estás acostumbrado a las cámaras, verdad Luzbel? —Burló Petrov subiendo al auto, la mujer portaba un despampanante vestido azul marino escotado. —No soy fanático de las fotografías, en realidad... Para mi estas son tontas banalidades. —Contestó el escrito igualmente subiendo al auto mientras veía con gusto uno de los puros que su padre le había regalado por su cumpleaños. —Pues yo creo que es genial que vayan a tomarles fotos, apuesto que se verán bien. —Ahora comentó Cori, quien intentaba mantenerse de buen animo luego de saber el secreto de su amigo además debía cumplir con su trabajo.
El auto avanzó por las calles de la bella ciudad que se abría para ellos. El anaranjado día ofreció una brisa ligera que con el tiempo suficiente causaba frío. Luego de unos minutos de viaje, llegaron a un estudio fotográfico bastante amplió que en su recepción estaba adornado de retratos finamente enmarcados en cuadros dorados. Otros concursantes del festival estaban siendo fotografiados antes que nuestros protagonistas así que tenían que esperar un rato; cosa que disgustó a Luz.
—Saldré a fumar un momento... Corina te encargó que me avises si ya tengo que pasar. —Luzbel entonces salio del lugar para volver al auto por su mechero. —"Debería guardar los puros para situaciones importantes... Pero en verdad necesito uno." —Pensó Luz mientras el fuego empezaba a tocar de forma uniforme un extremo del habano para a continuación llevarlo a sus labios y dejar que el humo llenara su boca para luego expulsarlo poco a poco.
—Sabes, es muy grosero no invitar una de esas delicias que tienes ahí. Luci-Luci. —Dijo Agatha entre risas parándose a un lado de Luz. —No esperas que te de uno, o si? Tú deberías estar adentro con Corina, en todo caso dejar sola a Cori es más grosero.
—Me aburrí de esperar en la sala de espera es todo. Y estoy segura de que si me darás uno de esos puros.
Luzbel le extendió la mano a Agatha para darle el puro que ella tomó gustosa. Ambos permanecían recargados sobre las puertas del auto aspirando y exhalando la humadera con total tranquilidad, era como si el tiempo se hubiese detenido.
