32

2.3K 457 408
                                    


Café con leche y extra de espuma

Seung

Abro la puerta corrediza del balcón de mi habitación y salgo para contemplar el hermoso día que tengo delante de mis narices; me acerco hasta la orilla, apoyando mis brazos en el barandal. Mis ojos se cierran con suma delicadeza, e inhalo todo el aire frío que choca contra mis mejillas.

Estoy contento, también un poco cansado, pero mucho más contento. Pronto se acercará mi estaciones favoritas en el año, en donde la nieve se hace presente y la comida caliente de mi abuela sabe mucho mejor. También me emociona mucho pensar en ello, puesto que todos los años, con mis hermanos, solemos hacer un viaje hasta Yongpyong Resort para ir a esquiar, hacer snowboard «y no es por presumir, pero soy muy bueno en ese deporte» y beber chocolate caliente en las cabañas que alquilamos allí.

Solemos pasarla muy bien, y presiento que este año se sumará una acompañante más a ese viaje. Ya saben, una chica de cabello gris, deben conocerla muy bien.

Y hablando de acompañantes...

Salgo de mi habitación y voy hacia la sala, acercándome hasta donde se encuentra el sofá.

—¿Ya se despertó? —pregunto por décima vez.

—No... Creo que está muerto —inquiere la chica de cabello gris, con la mirada clavada en el cuerpo de Tae-oh que yace recostado sobre mi sofá.

Me lo quedo viendo con el ceño fruncido. Todavía no entiendo qué es lo que hacía en casa de Liane a altas horas de la noche, y peor aún, ebrio. ¿Sera buena idea contarle, cuando despierte, todas las estupideces que hizo anoche mientras cuidaba de él?

Resoplo caminando hacia Tae-oh, y me inclino para oír su respiración. Sé que puede parecer exagerado hacer esto, pero realmente es como si estuviera muerto, y lo digo por su forma tan peculiar de dormir. ¿Alguna vez vieron la posición en la que duerme Drácula? ¿Con los brazos cruzados sobre su pecho y su cuerpo más tieso que el pan de hace tres días? Pues es idéntico.

—Nah, aún respira —aclaro al incorporarme.

Liane se pone de cuclillas delante del sofá y luego mira al borracho. Sonríe.

—Duerme en la misma posición que Drácula —menciona entre risas.

Volteo a verla, luego a sus labios curvados en una sonrisa, y me es inevitable no reír ante el mismo pensamiento que tuve hace un momento.

—Gracias, Seung... no sabía qué hacer —murmura repentinamente, mirando a Tae-oh dormir—. Intenté arrastrarlo hasta mi departamento, pero mis brazos de fideos no pudieron aguantarlo.

—Tranquila, por suerte estaba despierto a esa hora.

Pfff, estaba roncando como un bebé, pero apenas recibí su llamada y oí lo desesperada que estaba, fui a ayudarla sin dudarlo. Es extraño, nunca suelo hacer algo como eso por nadie.

—De igual manera gracias. Aunque aún no entiendo por qué no lo metiste en mi departamento. —Enarca una ceja en mi dirección.

Me la quedo mirando sin saber qué decir.

—P-porque... no —es lo único que sale de mis labios.

Liane curva sus cejas hacia arriba ante mi respuesta idiota, y aparto la mirada, algo avergonzado. «¿Por qué no pensaste un poco más antes de hablar, Seung? ¡¿Por qué?!»

—¿Tiene que ver con la cultura coreana? ¿Algo así como que los hombres no pueden dormir con las mujeres si no están casados? —curiosea ella de forma inocente.

Me enamoré de un ¿medio coreano?Where stories live. Discover now