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Pastel de chocolate y una apuesta 


Suelto un extenso hilo de aire por la boca, con la mirada en la puerta del departamento de la señora Yon. Mis manos tiemblan mientras sostengo una bandeja con un pastel de chocolate, estoy rogando para que nadie sea alérgico al chocolate... porque, de verdad, no sabía que otra cosa podía traer. Aparte, me fue súper difícil poder hacerla, y peor aún, comprar las cosas en el supermercado ¿quién iba a imaginar que se necesitarían tantos ingredientes para preparar un simple pastel?

Estoy aquí hace, precisamente, siete minutos «en serio, Liane ¿qué tan difícil es tocar una puerta?». Me limpio la mano sudada con el pantalón y pongo la mejor sonrisa del mundo «Bien, ahí vamos», golpeo un par de veces la puerta, sostengo la bandeja a la altura de mi pecho y espero.

El ruido metálico de unas llaves se oye en el interior del departamento, veo como el pomo de la puerta se mueve, haciendo que me enderece mucho más de lo que ya estaba. En un abrir y cerrar de ojos, la cara tallada por los mismísimos Ángeles de Seung aparece en mi radar de visión; con el ceño fruncido me mira, luego a lo que sostengo en mis manos y regresa la mirada a mi cara, relajando su expresión y regalándome una sonrisa radiante.

—Chica de pelo gris— saluda con un asentimiento de cabeza—. Así que tú eres quien mi abuela ha invitado a cenar; interesante...—dice, abriendo más la puerta para dejarme pasar.

—Sí, Seung, también estoy gustosa de volver a verte— sonrío y entro, aun sintiendo nervios de toparme con alguien de cabello negro azulado y estilo aesthetic.

—Bien, no será una cena tan aburrida después de todo— confiesa, cerrando la puerta y dándome unas pantuflas negras, bastante comunes.

—No sé si debería estar halagada u ofendida por ese comentario— le doy la bandeja a Seung y me pongo de cuclillas para sacarme los zapatos.

—¿Y por qué deberías estar ofendida?— pregunta con un dejo de diversión.

—Bueno, lo que dijiste puede sonar a un: ¡Oh! esta chica es súper divertida y no me aburriré en la cena de hoy. O también: Esta chica es bastante torpe y será mi payaso personal— concluí y el chico del elevador suelta tal risa que me hace sonreír con gracia.

—Sí que eres alguien extraña. Ven, vamos que mi abuela estaba esperando que llegaras— hace el ademán con la mano para que lo siga dentro del apartamento.

Encogida como un bicho bolita por los nervios, lo sigo por el pasillo hasta la sala. Me quedo parada al lado del umbral de la puerta cuando me dice que lo espere, que irá a llevar el pastel a la nevera y llamar a su abuela que está en la cocina. A lo que claramente le respondo "Sí, sí, sí" mientras hago un movimiento de manos.

Veamos el lado positivo de esta visita: comeré gratis. Okay... también puse de mi parte al comprarla cosas para el pastel, así que, tal vez eso no haya sido beneficioso para mi bolsillo, pero la comida de la señora Yon es tan deliciosa que dan hasta ganas de chuparse los dedos, valen la pena. ¿Otra cosa positiva? Pues, espero por fin conocer a los dos hermanos de Seung, y esta vez actuar con más normalidad enfrente de Kim, la hermana del chico del elevador. La última vez en frente de ella, actúe como si mi cerebro fuese al igual que el de una estrellas de mar: inexistente.

—Me dijo que en un rato sale— avisa Seung, acercándose hacia uno de los sofás y sentándose allí— ¿Qué haces ahí parada? Ven aquí— palmea el lado libre del sofá.

Tras ver hacia todos lados como si cometiera el peor crimen del mundo y temiera que alguien saliera y me atrape, voy hacía el sofá y me siento, pegándome al apoyabrazos para guardar una distancia bastante distanciada de Seung, el cual me mira como si de verdad me faltaran varios tornillos «Ay, bro ¿cómo te explico que me falta la fábrica entera?».

Me enamoré de un ¿medio coreano?Where stories live. Discover now