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Nunca juegues con la latina.


Tae-oh

Mi primo realmente tenía razón en una cosa, y es... que jamás tuve novia.

Raro, lo sé.

Seré honesto, ¿bien? Las chicas siempre andan por detrás de mí en un intento por acaparar mi atención, y lo hacen de las formas más propensas, y preocupantes, posibles. ¿Será por mi dinero? ¿Será por la fama que les propinaré? ¿Será porque soy alguien que alcanza los estándares de belleza más altos en Corea? ¿Será por el simple hecho de que me quieran de verdad? «Déjenme dudar de eso último».

Siempre intento apartarme de cualquier tipo de vínculo amoroso u amistoso que pueda surgir con alguien más, no confío en las personas y, la realidad, es que mis tiempos son muy escasos. Mi vida es puro trabajo, trabajo y más trabajo.

Sí, cada minuto de mi vida se basa en atender asuntos laborales; imagínense, hasta este evento tiene que ver con los beneficios monetarios que le propinará a mi familia. Soy el próximo en estar al mando de la empresa que ejerce mi padre y... no puedo perder mi valioso tiempo con cosas sin importancia como esas. ¿Amar a alguien que tal vez no me ame a mí, sino a mi dinero, me garantizará viajes, mansiones y un Lamborghini? Si la respuesta es no, entonces no me sirve.

Y esto es nuevo para mí, no estoy diciendo que nunca he besado a nadie, tal y como piensa mi primo «la verdad es que ni yo mismo sé de dónde sacó que nunca ligué con alguna chica. Pff él y sus ideas», pero tampoco es que soy un experto en hacer esto de tomar a la chica, en este caso a Liane, y actuar como tipo malo para arrebatarle un beso. Estoy asustado. Asustado, emocionado y con el corazón a mil por segundo de los nervios que me provoca estar adentrándome en algo que no quería, ni me imaginaba, que ocurriría.

Siento la brisa helada golpear mi cabello, haciéndolo flaquear hacia un lado. Mis manos aún sujetan su rostro, en un vago intento por impedir que se separe de mí. Pongo todo mi esfuerzo para que el beso fluya con suavidad, aunque realmente esté desesperado por ver su reacción, cosa que, imagino, no será nada buena, porque... ¿cuántas veces le dije que se tomara las cosas profesionalmente y el que terminó por romper ese profesionalismo fui yo? También odio a mi Tae-oh del pasado. ¿De qué me sirve quejarme ahora? Ya lo hice y, sólo quiero saber qué es lo que piensa sobre lo que estoy haciendo.

Me corrijo: de lo que estamos haciendo. Porque, sí, Liane está siguiendo el beso, aunque de una manera más tímida e insegura, y eso es algo frustrante, pero lo hace.

Un cosquilleo intenso me recorre por todo el cuerpo y hace que quiera más, realmente quiero intensificarlo. Pero algo dentro de mí dice que debo detenerme antes de que las cosas empeoren, es como si una estúpida vocecita me reprochara por hacerlo así, de esta forma imprevista y tan incómoda. Y aunque me gustaría ignorar esa voz molesta, no lo hago.

Me desprendo de los suaves labios de Liane y me alejo de ella, pero no mucho, sino lo suficiente como para oírla respirar con dificultad y verla con los ojos cerrados. Se ve tan... linda.

¡¿Por qué a Jeong le sale tan natural decirle elogios?! Liane está hermosa hoy y no puedo decirlo por mi tonto orgullo. A veces me gustaría ser más como mi primo, abierto, divertido, burlón, carismático. Pero otras veces prefiero quedarme tal y como estoy, al fin de cuentas, consigo todo lo que quiero por cómo me manejo en la vida.

Todo.

Intento mantenerme seguro cuando abre sus oscuros ojos, los cuales hacen contacto con los míos, provocando de alguna u otra forma algo catastrófica dentro de mí. La noto bajar la mirada lentamente hacia mis labios, haciéndome poner más nervioso aún. «Vamos, Liane. Di algo, por favor».

Me enamoré de un ¿medio coreano?Where stories live. Discover now