7 ❁𝒫𝒶𝓇𝓉𝑒 2❁

6.1K 1K 467
                                    


El chico inexpresivo.


Pues sí, claro que sentí algo, y fue vergüenza; una gran y pura vergüenza. También hablemos de Tae-oh, porque él no se queda atrás, claro que no, damas y caballeros. Por más que se haya hecho el enfadado dándome una mirada de desagrado por haberle tocado la nariz, se nota hasta por los codos como su orgullo creció más y más, se ha de haber sentido como el centro de toda mi atención. Seguramente, en su cabecita, ya se hizo una enorme fiesta donde él es el rey y se encuentra sentado en un gran trono con su corona de oro brillante.

Pfff ridículo.

Noto, aunque intente ocultarlo con la tos más falsa del mundo, como una sonrisa se ensancha en los labios del chico de la laptop, haciendo que, esta vez, sienta mis mejillas arder ‹‹¿se habrá dado cuenta de que el comentario de "Todos los ricos como TÚ son perfectos" se me escapó?››. Su mirada está fija en mí, en mi cara, en mis ojos marrones. Rio con nerviosismo, mirando hacia abajo mientras niego con la cabeza, cierro los ojos sin poder creerlo, mientras regreso mí vista a los ojos de Tae-oh.

— ¿Por qué sonríes? ¡¿eh?! —Pregunto rabiosa al borrar la sonrisa de mi rostro— ¿te viste? Estabas SON-RO-JA-DO— intento decir con burla, pero al chico de la laptop, al parecer no le afecta, pues agranda mucho más su brillante sonrisa haciendo que me hierva la sangre.

—Lo acepto— dice encogiéndose de hombros con completa tranquilidad y su tonto modo sofisticado de hablar, pero en el fondo, muy en el fondo de sus ojos, se puede ver como si se divirtiera con mi reacción —. Aunque, no tanto como usted lo está ahora.

Mis manos van rápidamente hacia mis mejillas, en un vago intento por cubrirlas. La luz del semáforo cambia a verde, haciendo que el chico de la laptop, con su estúpida sonrisa, vuelva a arrancar la camioneta.

—Está haciendo frío ¿sabes?— intento explicar para no quedar como una tremenda tonta enfrente de él.

El chico a mi lado asiente sarcásticamente con una sonrisa ladina en sus labios. Acaso... ¿se está burlando de mí? no, estoy en shock, esto es increíble. Abriendo mi boca en señal de una desagradable sorpresa, hablo:

—¡Sí! claro que sí, y... y m-mis mejillas están rojas por el frío—replico con titubeos.

Intentaba dar varios argumentos ¿o mentiras? acerca de mis mejillas y su color, aun sabiendo que las probabilidades de quedar humillada son miles. Sí, me conozco a mí misma como la palma de mi mano ‹‹esperen, ahora que lo pienso... ¿conozco realmente la palma de mi mano? Siempre pensé que era como una especie de dicho››. Levanto mi dedo índice y entreabro mi boca, con la intención de inventar, también, que soy alérgica al frio ¿eso existe? no lo sé, pero no quiero dejar que mis palabras ronden por el aires sin ningún credibilidad. Pero antes de que suelte otra mentira, que de seguro no la cree ni mi tía, el chico de la laptop se adelanta y habla.

—Señorita... la calefacción está encendida—dice dándome una rápida mirada de burla.

Bueno... ¿y ahora? tenía millones de argumentos en mi mente, y de un momento a otro se esfumaron como humo de incienso. Ahg, seguramente cuando esté sin hacer nada en mi departamento, se me ocurrirán millones de respuestas que pude haberle dado al chico de la laptop, pero como ahora no es ese momento, solo digo:

—Entonces es por el calor— cierro con fuerza mis ojos, mordiéndome el labio inferior. Creo cada vez me hundo más en la humillación, incluso ese podría ser mi segundo nombre: humillación.

El chico da una larga exhalación dramática, haciendo que habrá uno solo de mis ojos para verlo y el otro lo apriete con fuerza

—Por favor... no se haga ilusiones. Estoy seguro de que le he dicho que no es mi tipo ¿cierto?—cuando termina de decir esto, mis ojos y boca de abren con impacto y asombro. Tae-oh apaga la camioneta cuando llegamos al edificio en donde vivo.

Me enamoré de un ¿medio coreano?Место, где живут истории. Откройте их для себя