Me enamoré de un ¿medio coreano?

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¿Peliculas en mi departamento?

¿Cómo rayos voy a demostrarle a Kim que soy una buena persona?

He estado teorizando y, Kim tal vez no sea la típica hermana celosa; ella es... bastante analítica, meticulosa, precavida y protectora «también un poco desafiante». A lo que me refiero es que estuve conectando hilos y recordé la vez en que su abuelita me contó que a Seung sufría bullying en América latina por tener rasgos asiáticos. Tal vez, Kim piense que todos los latinos somos así de discriminadores e intenta proteger a su hermano. Está tratando de meter a todos en una misma bolsa, y es algo comprensible, hay personas más crueles que otras, pero tengo que mostrarle que la mayoría no es de ese modo.

Ahora la pregunta es... ¿Cómo lo haré? Tengo que pensarlo ya mismo; soy una mujer de palabra, y como se lo había aclarado antes: si pierdo «cosa que espero no suceda» me tengo que mudar del país ¡¿A dónde pretende que me vaya!? ¡¿A Tokio?! Mmh... No es tan mala idea «No, Liane. Dejaste muchas cosas atrás para estar aquí en Corea, concéntrate, tonta».

Muerdo la parte trasera de un bolígrafo, intentando contener el estrés que me causa todo esto.

—¡¡¡Ahg!!!—me revuelvo el cabello con desesperación— ¡¿por qué aposté algo como eso?!— digo al no tener ninguna idea.

Miro la hoja de papel que está arriba de la mesita blanca. Tomo el pedazo de papel y doy pequeños golpecitos molestos con la tapa del bolígrafo en la mesa. Suelto un gruñido y agito la hoja al aire, fastidiada. Definitivamente no se me ocurrirá nada si sigo encerrada aquí.

Decido salir del edificio, hacia el parque que queda a unas pocas calles de aquí, llevando conmigo una pequeña mochila aferrada a mis hombros. Salir en días frescos es una de las cosas que más me tranquiliza, es como si mi cabeza se despejara y librara de todas esas cargas y preocupaciones que tengo. Respiro hondo cuando llego hacia un banco solitario.

«Hola, banco. También soy una chica solitaria, tal vez nos llevemos bien». Me gustaría no haber pensado en eso, porque apenas me senté, el estúpido banco comenzó a moverse como si se quisiera desmoronar en cualquier momento.

—¡Ay, okay! ¡Entiendo!— exclamo levantándome de un salto—. Estúpido banco— susurro tomando de la mochila para colgarla en mis hombros con molestia.

Doy la vuelta y me detengo al ver a un señor junto a una niña, ambos viéndome fijamente y con la boca abierta, como si les sorprendiera que estuviera gritándole al tonto banco del parque «¡Por el amor a corea! ¡Lo que me faltaba». Suspiro y hago una reverencia musitando varios perdones al ver sus caras de "una loca turista vino a gritar en nuestros parques" y sigo caminando hasta llegar a un lugar un poco aislado de las personas. Tiro mi mochila al césped y tomo asiento a un lado «¡ahora mis nalgas están frías! ¡Dios! ¿Por qué no traje una manta?», saco mi libreta de la mochila y tomo un bolígrafo entre mis dedos.

—¿Qué cosas se supone que le gusten a los chicos como Seung?— susurro para mí misma, rascándome la cabeza con la parte trasera del bolígrafo.

Haber, le gusta tocar la guitarra ¿pero de donde saco dinero para una guitarra? También la música en inglés ¿sería mucho invitarlo a un concierto? Planear una salida no suena tan mala idea... no, alto, él ya me invitó a un parque antes. Debo ser original, pensar en grande. Pero qué, Liane, qué cosa podría ponerlo contento. Tan contento como para decirle a su hermana menor que tuvo la mejor tarde del mundo con la vecina loca del piso 4.

¡Películas! Exacto, eso... no es tan original, pero funcionará ¿verdad? Aunque, la realidad, es que no tengo idea de cuál es su género favorito, o si le parecerá aburrido, o si debería invitarlo a un cine o ver una película en mi departamento «¿será indecente ver una película en mi departamento? ¡¿Y si suena como un "vamos a ver Netflix a mi casa"?!». Okay, eso no importa. Sólo tengo 5 días para mostrarle a Kim que soy alguien respetuosa y que no busco la atención de nadie... a no ser que sea un ídolo coreano, ahí hasta puedo hacer un baile del caño si es necesario.