Capítulo XIV: Perros Salvajes.

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Masao-San es conocida en la delincuencia por ser "JuicyJuice", cuando otros se enfrentaban cara a cara, era "El dichoso monstruo andrógino", pero en la comunidad, era adorada por las madres y señoras mayores por ser tan servicial.

Y si, Masao era orgullosa, pero el orgullo no debe ser un impedimento para ser amable con las señoras que te dan dinero y comidas de pago por tu servicio, además, le gustaba escucharlas decir lo buena chica que era.

━━ Ma-Kun, ¿Estás segura que podrás cargar con las cosas tu sola?. -Preguntó una señora que vivía en el primer piso, era una mujer de pelo negro corto con quizá unos 40 años, con dos niños revoltosos que no podía dejar solos.- ━━ Me da algo de pena abusar de tu generosidad, pero no puedo dejar a los niños solos. 

━━ No importa, iré en mi bicicleta. -Masao no se permitía ser exigente con sus mandados, necesitaba dinero si quería comprarse una motocicleta, ya su mama le dio el permiso de sacarla a su nombre, porque sabia que no tendría dinero suficiente mas que la mesada.

Ah pero la Señora Salome olvidaba lo bastarda que podía ser Masao par conseguir lo que quería. Cualquier dinero que viniera de su esfuerzo era bueno. 

Los extranjeros tienen conceptos algo, tontos de los latinos, nadie creía que Masao fuera hija de una persona latina solo porque no era morena cómo su madre, pero si le preguntaban, tenia el picante andar y la esencia de tierras calientes y llenas de festividad, era un sol saliendo del Páramo de Sonsón, y la luna brillando en la noche.

Vestía un cómodo short azul marino y una blusa de tirantes amarrilla, y las chanclas negras que usaba en casa porque no se le permitía estar descalza, una hermosura.

Masao no tenia planeado hacer tantos viajes, debía estar buscando el maldito traje que usaría el día de su presentación, era el 3 de agosto, sabia que tenia tiempo pero las cosas hechas por adelantado no estaban tan mal. Ya en el supermercado, Masao estaba eligiendo haciendo fila para pagar, y su teléfono empezó a vibrar.

━━¿Hanagaki?. 

Masao dudo un segundo en responder, el contendido en el correo era, raro y absurdo si se lo ponía de ese modo. 

"Hanagaki Takemichi: 

Hola. No sé cuándo podrá leer este mensaje, pero necesito su ayuda, debemos detener la pelea contra Mobieus, la ToMan terminara perdiendo.

¡Draken esta en peligro!."

Masao no sabia porque el ultimo texto le hizo perder los estribos un momento en silencio, apretó su teléfono con fuerza mientras avanzaba a la caja y contaba el dinero de la señora. La tipa que estaba de tuno pasaba los productos con una lentitud monstruosa, exasperando mas a Masao, que movía su pie de un lado a otro sin dejar de ver el teléfono. 

Aparto la vista del mensaje, mirando las compras que había puesto en la baranda. El tiempo que se tomo en conocer a Takemichi fue muy, efímero, pero había algo en ese chico que le era familiar, podía decir las pintas de payaso, Masao conoció muchos pero, no era eso, debía admitir que el chico se tocaba los huevos por mas cagado de miedo estuviera. 

Pero no conocía lo suficiente a Takemichi para saber si era o no un espía. 

 ━━ En su total 2,079 yenes. ¡Tenga un buen día!. 

Al salir de la tienda, Masao iba a desencadenar la bicicleta que dejo afuera, estaba cerca de un rincón donde pudo sentir el desagradable olor al tabaco barato, haciendo una mueca acomodo los productos en la canasta de su bicicleta. Escuchando involuntariamente la conversación. 

 ━━ Es nuestra oportunidad para demostrarle a esos debiluchos de la ToMan de lo que estamos hechos en Moebius. 

Sus oídos palpitaron. Incrédulo de lo que había escuchado, una segunda coincidencia, tú finge estar haciendo el mercado, fue lo que pensó. 

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