— No se preocupen... están haciendo fotosíntesis. — les interrumpí dando unos pasos adelante.

Gyeol estaba al lado de Baerin, ambas sentadas bajo la sombra de un árbol sin hacer nada. Sus pieles pálidas brillando.

La rubia había peinado su cabellera en ondas de oro y sus ojos azules giraron levemente a nuestra dirección. Las mujeres que cuchichearon salieron corriendo a donde Yoongi organizaba sus aliados, yo la salude con la mano y ella solo agacho su cabeza un poco. Sus dedos peinaron sus cabellos y un par de hombres del grupo de humanos dejaron salir un suspiro.

— ¡Noona! ¡Lo hice! ¡Mire!

Minho me tomo del brazo hasta el centro donde ya había una flecha clavada en el centro.

— Felicidades, ¿podrías hacerlo de nuevo?

— No, se pone nervioso cuando usted está mirando. — Jeongin se burló del mayor mientras yo reía.

— Esta bien... tomen un descanso mientras les busco algo de comer.

— Pero-

— No acepto un no como respuesta. Están creciendo todavía, tienen que comer mucho. — aunque eran más altos que yo y seguramente más fuertes yo me aleje solo un poco en camino a la escuela abandonada. — no se metan en peleas con los demás grupos mientras no estoy.

Había cierta broma entre ellos y los demás, juegos pesados que terminaban en peleas como todo adolescente promedio. Camine tranquila hasta la entrada y al subir los escalones choque con un pecho bastante amplio.

Taehyung que salía del lugar con algo de leña apoyada en su hombro.

— Estamos destinados a encontrarnos, su alteza.

— Ah, creo que me rompí la cabeza. ¿Puedes dejar de hacer tanto ejercicio? Vas a convertirte en piedra.

— ¿No le gusta? — paso su mano libre por mi frente, frotando la herida inexistente con sus dedos calientes. — te ves hermosa hoy.

Yo aleje la cabeza sintiéndome con fiebre de repente, su camisa se ajustaba a su trabajado cuerpo y sus pantalones cubrían sus largas piernas, terminando en dos botas de matón. Mordí mis labios nerviosa mientras su mano bajo hasta mi nuca.

— Tú te ves... muy genial.

— Genial no es suficiente, su alteza.

Sus rizos sudados caían sobre su frente y esa sonrisa de inocencia no la compraba.

— Esta bien, te ves muy erótico. Debo admitir que nunca creí usar esa palabra que tanto le gusta a Dojin. — mis nervios hacían salir mis palabras a una velocidad incalculable.

— Es más de lo que esperaba.

Su risa eclipso la mía mientras dejaba un beso en mi cabello.

— ¿A dónde vas con tanta prisa? Creí que estarías en reunión con los demás...

— Voy a llevar esto al patio trasero. Acordamos cocinar para todos... algo vegano y algo no tan sano. — dejo la leña a un lado de la entrada y alguien más la recogió por él. — ¿tu dónde vas tan distraída?

— A buscar algo de comer para los menores.

— Últimamente pasas más tiempo con ellos que conmigo.

— Se portan mejor. Son mis mejores estudiantes.

Reí de su rostro lleno de desconcierto mientras seguía mi camino, la escuela había sido adecuada como un tipo de cuartel militar. Personas de todos lados nos habían dado camas, dinero, mantas, todo lo necesario para convertirlo en un lugar seguro y cómodo para los demás. Nosotros seguíamos durmiendo a unos kilómetros de aquí.

𝕮𝖗𝖚𝖘𝖍 εїз KTH⁴Where stories live. Discover now