²²

2.6K 322 114
                                    

Un gran disturbio se hizo presente en el palacio Occidental, todos corrían y huían en busca de seguridad.

Una sirvienta llevó en sus brazos al menor los príncipes para después encerrarse en la misma habitación donde estaba el príncipe heredero junto con una dama que lo habia llevado.

— Walton — murmuró él menor de los príncipes mientras extendía sus brazos a su hermano mayor.

— Calma Heinrey, haz silencio — pidió el mayor.

El niño asintió mientras se llevaba sus manitas a su boca, pero poco después empezó a llorar con desesperación mientras intentaba salir de la habitación.

— ¡Heinrey! Silencio — ordenó el príncipe mientras sostenía a su pequeño hermano de tres años.

— ¡Mi hermanita! — exclamó entre llantos.

Walton reaccionó, miró a las damas sin saber que hacer, él igual quería ir con sus padres y su pequeña hermana recién nacida, pero habían asesinos en el palacio, no podía arriesgarse y arriesgar a su hermano en el proceso.

El príncipe heredero apenas tenía diez años, así que no había mucho que pudiera hacer, y eso lo frustraba, quería proteger a su hermana, queria cuidar a toda su familia.

— Heinrey, padre cuidara de nuestra hermana — aseguró Walton.

Pero Heinrey negó, tenía miedo, miedo de perder a la pequeña luz que lo encantó con solo haberla visto una vez.

— Mi hermanita — sollozó mientras abrazaba a su hermano.

— Su alteza, la princesa estará bien, Su majestad no dejará que algo le pase — aseguró una dama en un intento de hacer que el niño se calmara para que así el ruido no delatara donde se escondían — no haga ruido, así cuando esto acabe podrá ver a su hermanita — Heinrey asintió mientras se llevaba sus manitas a su boca para evitar hacer algún ruido.

Lamentablemente no pudo ser como la dama había dicho.

Lamentablemente la princesa de Occidente no se volvió a ver dejando a un pequeño niño de tres años con un corazón destrozado.

Aquella noche pasó de ser una celebración a una lamentación.

Walton se derrumbó aquella noche, se sentía culpable por no haber protegido a su pequeña hermana, hermana que desde que supo que venía al mundo la amó incondicionalmente.

En cambio, Heinrey, él fue el más afectado, pese a solo tener tres años se sentía ilusionado con tener en sus brazos a su perqueña adoración, desde un inicio fue el más emocionado, pues incluso dormía con su madre solo para poder sentir alguna patadita que daba el pequeño ser que estaba en el vientre de la reina.

"Hermanita, hermanita, no me dejes, ven con tu hermano, deja que te carge, no me dejes, hermanita, por favor, vuelve con tu familia, por favor... "

××××××

Actualmente...

Cuando el príncipe Heinrey pisó el palacio de Oriente lo primero que hizo fue ir a la habitación de su hermana.

Durante el camino solo se limitaba a saludar con la cabeza a las personas que se encontraba, pues su meta era ir con la joven princesa, quería abrazarla y decirle que le sirvió mucho ir a Wilwol para estar con la Emperatriz.

— Oh, Su alteza — saludó Liliane cuando salió de la recámara de su señora.

— ¿Y mi hermanita? — preguntó incosientemente.

Lost princess » [Sovieshu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora