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Cuando ambos entraron al salón fueron observados por todos los nobles, Amira con incomodidad se soltó del brazo del emperador y le hizo una reverencia.

El emperador solo le sonrió en comprensión y dejó que la rubia se alejara de él.

La mirada de Amira cayó en la emperatriz, pues aunque no la había visto más que solo una vez desde que llegó al palacio, sentía una gran admiración hacia ella, era hermosa, elegante, y amable.

Con cautela se acercó a la emperatriz para poder al fin hablar con ella, cuando estuvo cerca los nervios se apoderaron de ella, pues no siempre estás frente a una persona que admiras.

— Su majestad — llamó Amira con la voz un poco temblorosa.

— ¿Lady Amira? — Navier miró con una sonrisa a la menor — ¿Disfruta del banquete? — le preguntó.

— Acabo de llegar, pero no sé que hacer — confesó Amira, al ver la mirada confundida de la emperatriz decidió explicarse — aunque desde hace un par de años debuté, salí muy poco, así que cada que me acerco a alguien me da nervios, de hecho, ahorita siento que me voy a desmayar — Navier, tras escuchar eso, se sorprendió, la chica jugaba con sus dedos mostrando sus nervios, sabía que si seguía así podría ser presa fácil para los nobles.

— Calma, no hay necesidad de que estés nerviosa conmigo — la menor miró a la emperatriz, y al ver sus ojos la calma la inundó.

— Con el emperador no se pone así, incluso los vi llegar juntos — dijo Laura confundida, sin ninguna mala intención.

— ¡Oh! Es porque desde que llegué él ha estado apoyándome y ayudándome, se ha mostrado muy amable y me a consolado, fácilmente pudo ganarse mi confianza al salvarme sin saber quién era — explicó.

"La situación parece ser similar a la de Rashta, pero también muy diferente" analizó Navier.

— Lady Amira ¿Nunca le han dicho que se parece al príncipe Heinrey? Si no supiera que usted pertenece a la familia Whitemore diría que es familiar del príncipe — la mencionada se sorprendió ante lo dicho por Laura, nunca se lo habían dicho, pero ahora que lo analizaba era verdad, ambos compartían el tono del cabello, al igual que el color de ojos, incluso habían algunas facciones similares. — Si la gente no supiera a qué familia pertenece dirían que usted es la princesa perdida — informó.

— ¿Princesa perdida? — preguntó desconcertada.

— No la culpo si no sabe, se dejó de hablar de ella hace ya unos años — dijo Navier mientras bebía su copa — Hace quizás veinte años el anterior Rey de Occidente tuvo una hija, lamentablemente la misma noche de su nacimiento fue raptada, según tengo entendido la familia real la sigue buscando — contó, no era alguien del chisme o de los rumores, pero el parecido entre Amira y Heinrey era increíble.

— Que tristeza, no me imagino cuánto debieron sufrir — miró a Heinrey, el cual hablaba con una chica de cabellos casi naranjas.

Luego de varios minutos Amira ya estaba completamente cómoda, hablar con Laura era tan fácil y divertido, incluso la emperatriz sonreía divertida ante las palabras que decía la dama.

— ¿Entonces ella es la amiga anónima? — preguntó Amira mientras veia a Heinrey y su acompañante — ¿No es alguien intentado insurpar el lugar de la verdadera amiga? — ante esa pregunta Navier miró a la menor — puedo llegar a ser ingenua pero conozco que hay personas capaces de eso.

— Créame, esa chica no es la amiga anónima — aseguró Laura.

Tanto Navier como Amira vieron al príncipe, aunque con diferentes emociones, una miraba atentamente sintiéndose un poco mal por el hecho de que el príncipe fuera engañar, y otra preocupada por los sentimientos del rubio, porque aunque llevaba poco de conocerlo ya lo consideraba alguien especial, y el encontrar a su amiga anónima era una gran ilusión como para que alguien lo engañe.

Lost princess » [Sovieshu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora