Era incómodo estar sentada detrás de la persona con la que mi novio me había engañado en una misma moto.
Paró delante de un karaoke - bar.
Me hubiera gustado decirle lo mucho que había conseguido herirme. Porque sabía que no todo había sido culpa de Ben.
Se paró frente a mí mientras se quitaba el casco moviendo su pelo negro de tinte usado de un lado para otro.
- Ben no puede saber que has estado con Tomas.
- Quiero que lo sepa.
- Tú no lo entiendes.
- Tampoco quiero entenderlo.
- Ben no está bien sin ti.
- Me duele ser la cornuda.
- A mí me duele ser más la usada. La que usan cuando la novia no da todo lo que se necesita. El juguete.
- No lo serías si tuvieras más dignidad.
- Yo también estoy enamorada de Ben.
- Te lo puedes quedar.
- Deja de actuar como una cría, y abre los ojos.
- ¿Debo hacer caso a la persona que me restregó que se había tirado a mi novio? ¿Lo crees en serio?
- Olvídate de mí y piensa en Ben. Él no está bien.
- Que se joda.
Me agarró del brazo y me hizo entrar a aquel lugar.
El olor a cigarro chamuscado y a lejía me provocaban un gran mal estar y un terrible deseo de salir de allí.
Después de semanas sin verle lo vi.
Prendiendo un cigarro que sostenía entre sus dientes.
Con ojeras en sus ojos.
Serio.
Los nudillos reventados.
Y la mirada perdida.Le miré sin decir nada y él no se dio cuenta de mi presencia.
Y un impulso me hizo sentarme a su lado mientras estaba a punto de llorar.
Y le miré.
Y miré aquellos ojos marrones oscuros que me costaban olvidar.
Me miró y apagó el cigarro.
- No puedo vivir sin ti. - Soltó mientras el gas se fundía en sus fosas nasales.
- ¿Por qué lo hiciste?
- No lo sé.
No dije nada.
- Desde que no estás, no soy igual, Cris. Me faltas.
Se acercó a mí y me besó lentamente mientras una lágrima caía de mi mejilla derecha.
- No llores.
- Te he echado mucho de menos y me cabrea saber que no puedo perdonarte.
Pasó su mano por mi cara y os juro que sentir su temperatura en la mía casi me volvió loca del todo.
- ¿Cómo estás? - Pasó sus manos por las mías e hice gesto de dolor ya que Tomas me había agarrado provocando una inflamación y moratones por todas mis muñecas. Miró mis manos y me miró. - ¿Qué es esto?
- Nada.
- Cris.
- Estuve viéndome con un chico.
Teníais que haber visto la cara de Ben.
- ¿Qué chico? ¿Qué has hecho? ¿Qué tiene que ver eso con todos esos moratones? Cris.
- No debería contártelo.
- Deberías hacerlo.
- Me llevó a ver las estrellas en su coche pensando que yo quería acostarme con él.
- ¿Te ha forzado a hacer algo que no querías?
- No, nada que ver. Me pillé las manos con la puerta. - Recordé lo que había dicho Estela.
ESTÁS LEYENDO
¡TE ODIO!
RomanceUn chico nuevo en el instituto con el que todas las chicas están obsesionadas, un chico nuevo que lo único que hace es dar problemas a Cris.