Capítulo 8.

5.3K 273 0
                                    

Antes de seguir me gustaría hablar de lo guapo que era Ben. He de admitir que era ese tipo de chico que te pone con solo mirarte a los ojos. O de los que te ponen nerviosa con solo tocarte.

También me gustaría añadir que verlo tumbado en el suelo con una de sus manos tocando sus abdominales es una de las cosas más sexys que he visto y que posiblemente veré jamás.

Por muy estúpido y mal educado que fuera Ben, pasear a su lado por los pasillos era sueño de toda persona con sexo femenino en el colegio.

Aunque realmente lo que querían todas era tirárselo.

Otra sanción más. Otro castigo más y por culpa de Ben. Aunque por una parte se lo agradecía.

El colegio tenía unas reglas a seguir bastante duras y por fin alguien para saltarlas.

Y también para saltar mis reglas.

Y las de todo el mundo.

Ben era así.

No iba a cambiar y tampoco yo quería que lo hiciera.

Con su pelo despeinado y sus ojos oscuros.

Hablemos de sus ojos.

O de su labio inferior que mordía cada dos o tres veces por minuto.

Ben era esa persona con la que podría pelear todo el día sólo y únicamente para ver lo guapo que puede llegar a ser enfadado.

El castigo era limpiar los establos.  No os imagináis a Ben con una camiseta de tirantes levantando cargas.

No os lo imaginéis.

No lo hagáis.

Realmente me sorprendía la anchura de su espalda y la musculatura de sus brazos.

Ben era unos 15 centímetros más alto que yo. Y siempre me sentía indenfesiva a su lado, pero por otra parte me sentía la persona más protegida del mundo.

¡TE ODIO!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora