Capítulo 28.

3.8K 232 1
                                    

Ben entró por mi puerta sin pedir permiso y se quedó mirándome dormir hasta que me desperté.
Abrí los ojos y empezó a hablar.
- Lo siento por lo de anoche. Soy gilipollas, en serio, estoy avergonzado.  No era necesario que me vieras en esas condiciones.
- Ben, no importa.
- Y lo de Abi te juro que no se como pasó y ni siquiera lo recuerdo, Nash me lo ha contado todo y te juro que no se como acabé besándome con ella.
- No me tienes que dar explicaciones, Ben.
- Sí tengo que dartelas.
- ¿Cómo estás? - Le cambié de tema-.
- Tengo un dolor de cabeza enorme y me duele bastante la pierna.
- Normal que te duela, estuviste bailando y hace apenas dos semanas saliste de una operación.
- No sé qué haría sin ti, Cris.
- Qué raro cuando para ti soy invisible.
No dijo nada.
- No quiero hablar de ello. - Me dijo mirándome.
- Ni yo.
Le miré.
En aquel momento quise abrazarle y decirle lo mucho que lo quería a pesar de sus fallos y a pesar de que él nunca sentiría eso por mí.
Porque pasara lo que pasara e hiciera lo que hiciera mis sentimientos hacia él no iban a cambiar.
Y ver como todas las chicas lo miraban con deseo hacían que yo lo deseara el doble.
Y eso no era sano para mí porque lo único que podía hacerme es destruirme.
Yo siempre me creía fuerte hasta que conocí a Ben y supe lo que era ser débil por alguien que te hace serlo.
Ben me hacía ser y sentirme débil.
Frágil.
Y él aprovechaba eso porque sabía que yo estaría igual de todos modos y sentiría lo mismo por él.
Aprovechaba que me tenía y él sabía que me tenía.
Porque me tenía.
Y encima sin ser suya.
Ni él mío.
Pero me tenía.
Cuando me miraba fijamente a los ojos yo sabía que me tenía.
Y cuando me abrazaba yo sabía que me tenía.
Pero realmente yo sabía que me tenía cuando me rechazaba, y yo en vez de irme, me quedaba con él.
Porque me tenía.

¡TE ODIO!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora