¡TE ODIO!

Capítulo 6.

Los baños del colegio eran asquerosos, y más asqueroso era tener que limpiarlos.

Estaba arrodillada en el suelo limpiando uno de los váteres cuando me giré y vi a Ben apoyado en la pared comiendo un dulce de chocolate.

- Joder, qué susto me has dado. - Le dije sentándome y él hizo lo mismo. - ¿Ya has terminado?

- Ni siquiera he empezado.

- Te van a matar.

- Me da igual. - No dije nada y seguí limpiando- No sé porqué lo haces.

- Por que no quiero que me castiguen todo lo que me queda aquí, ¿quizás? 

- Anda ya, vamos a dar una vuelta.

Aquel día fue el primero en el que miré a Ben a los ojos un buen rato sin apartar mi mirada.

Sus ojos oscuros, joder. Su mandíbula marcada.

"¿Qué hace un tío como él aquí, conmigo?" No dejé de preguntármelo en mi mente, y me atreví a preguntarle a él.

- Oye.

- Dime, Cris.

- ¿Y porqué te juntas conmigo?

- No sé, me caes bien y eres a la única persona que conozco aquí.

- También conoces a Abi.

- ¿En serio crees que me voy a juntar con ella? Que sea mi ex no significa eso.

- Me extraña que estés conmigo.

- ¿Te estás pillando por mi? - Bromeó-.

- No, gilipollas. Pero mírame, soy una pringada.

- Llevo mirándote desde que te conocí. Y joder, serás una pringada niña rica estúpida que se hace la difícil, pero me caes bien.

- ¿Gracias?

- ¿Y por qué me has preguntado eso?

- Tienes pinta de ser ese típico chico que se junta con los más populares. Y yo no lo soy.

- Yo me junto con los tíos que me caen bien, no eligo a mis amigos a raíz de sus seguidores de Instagram.

- Bueno, ya que sabes cosas de mí, cuéntame un poco de ti.

- ¿Qué quieres saber?

- ¿Todo?

- Me gusta bastante la música y el cine. De crío quería ser actor. - Se río- No sé. - Hizo una pausa para pensar- Mi mejor amigo se llama Nash, está loco, es igual que yo. Llevamos toda la vida juntos. Si no fuera por él no se qué sería de mi.

- ¿Por qué pasas tanto de hacer lo correcto?

- Vida solo hay una, Cris. Y quiero aprovechar cada segundo de ella al máximo. - Nos quedamos en silencio- Un colega mío, hace un tiempo, tuvo un accidente y dos horas después murió. Lo último que me dijo cuando fui con él en la ambulancia, fue que viviera mi vida como él no pudo. Desde ese momento sé que quiero que mi vida sea aprovechada. Que mi nombre sea recordado. Y que si alguna vez me arrepiento de algo, prefiero que sea de algo que hice a que me arrepienta de algo que quise hacer y no hice.