Capítulo 17.

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Era intimidante la forma en la que Ben era capaz de mirarme a los ojos. Eran sus increíbles ojos oscuros los que me intimidaban.
En aquel momento yo era la tía más enviada de todo mi colegio y sólo y únicamente por tener a Ben a mi lado.
Aunque no de la manera que yo quería tenerle.

El director y dos policías entraron a mi habitación sobre las 4 AM. Me despertaron bruscamente y me preguntaron repetidas veces si sabía dónde estaba Ben.
¿Se había ido?
Yo era la única persona que se juntaba con él allí. Y creían que yo tenía algo que ver con aquello. Pero no.
Me ordenaron acompañarles por que pensaban que yo sabría dónde estaba.
De repente sonó el teléfono.
Ben había tenido un accidente de moto. De una moto que no era ni siquiera suya.
Y estaba grave.
No sé explicar lo que sentí en aquel momento, era un mezcla de dolor y miedo, angustia y nervios. No quería que le pasara nada.
Nos llevaron al hospital mientras el director llamaba a sus padres.
No cogían en teléfono.
Me daba igual. Yo solo quería ir a ver a Ben.
Me giré y lo vi. Inconsciente. En una camilla. Rodeado de enfermeros. Parecía que su pierna estaba partida. Tenía miles de heridas en sus brazos y en su frente. Su labio sangraba.
Me llevé las manos a la boca y cerré los ojos mientras me ahogaba en mis propias lágrimas.
- Debes volver a casa. - Me dijo el director.
- No pienso hacerlo.
- Un coche vendrá a recogerla en veinte minutos.
- Mire, se lo pienso decir claro, quiero a ese gilipollas más de lo que pensaba y ahora mismo soy lo único que tiene y si me tengo que quedar aquí, un día, una puta semana o lo que haga falta, pienso quedarme. Y ni usted ni nadie va a hacerme cambiar de opinión.
- Sólo dos días.
Sonreí forzosamente.
Pasé toda la noche viéndole dormir. Me dolía verle así. En ese estado.
Se despertó a las 14:50 PM.
- ¿En qué coño estabas pensando? - Le abracé lo más fuerte que pude mientras estaba a punto de llorar- Eres gilipollas. Te odio y te odio, joder.
- Gracias por estar aquí. - Tenía el ojo inchado y morado.
- ¿Qué hacías? ¿Te ibas?
- No. Había quedado con Nash para dar una vuelta y divertirnos un poco.
- Ya he hablado con él. Vendrá en unas horas, Ben. -Nos quedamos en silencio y le susurré- No me vuelvas a hacer esto.
- Lo siento.
Apoyé mi cabeza en su pecho mientras él me repetía lo mucho que lo sentía.
Lo miré y supe que si no lo hacía me iba a arrepentir toda mi vida.
Y le besé.

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