49.

5K 510 363
                                    

Por supuesto que terminé yéndome con mamá y fue algo de lo que me arrepentí al instante, pues ahí me sentía más sola que en cualquier otro lugar. Papá pasaba ocupado con su trabajo en la oficina y mamá debía estar todo el día en su boutique, los únicos momentos en los que no me sentía tan aburrida era cuando me encontraba con Ari y su hermanito, los hijos de los vecinos, dos niños de diez y ocho años que eran súper adorables y carismáticos.

Cada mañana salía a caminar por los alrededores para coger un poco de energía y sentirme mejor por el resto del día, aunque terminaba corta de aliento pero de igual manera continué haciéndolo por mi propio bien. También dejé de saltarme mis comidas, por mucha falta de apetito que tuviese.

Esa mañana, después de mi pequeña rutina de ejercicio, me llevé la agradable sorpresa de encontrar a mis amigos en frente de la casa.

—¡Oi! —gritó Felix, elevando sus manos— ¡Allí estás!

—Hola —les sonreí con dificultad ya que me sentía un poco, bastante, agitada—. Qué lindo verlos por aquí.

—Sólo ha pasado una semana desde que te viniste con tu mamá pero nos haces mucha falta.

—Y ustedes a mí. Los abrazaría pero ando un poco sudada.

—¿Qué hacías? —preguntó Changbin.

—He estado caminando y trotando por las mañanas, el doctor dijo que eso me ayudaría.  

—¿Y has estado comiendo bien?

—Ajá. Fui con mamá al supermercado y me compró lo necesario para comer bien. Vamos adentro.

Esperé media hora a que mi respiración y temperatura corporal regularan, por mientras les serví un poco de fruta a los chicos y tomé mis suplementos de hierro. Me quedé un rato conversando con ellos y cuando sentí mi cuerpo más relajado, corrí escaleras arriba para tomar un baño frío.

Era la parte más relajante de mi rutina, aunque estando allí muchos pensamientos saturaban mi cabeza y tú estabas entre ellos, Hyunjin. Me preguntaba cómo te sentías después de lo que pasó, yo me sentía fatal y mentiría si digo que no te echaba de menos. Ja, no sé qué te hizo creer que actuar cómo completos desconocidos era mejor que ser amigos.

¡Ya deja de pensar en él! Ni siquiera le importas, gritó mi conciencia mientras me vestía. Tenía razón, debía desechar todo pensamiento que te involucrara.

Terminé de vestirme y peinar mi cabello, entonces regresé con mis amigos. Se me hizo extraño que platicaban entre susurros y se quedaron en completo silencio cuando me vieron.

—¡Qué pésima señal hay aquí! —se quejó Changbin mientras alzaba su móvil.

—Tu servicio no sirve —dije sentándome junto a él—. ¿De qué hablaban?

—Oh, nada importante. —Felix agitó su mano con desdén.

—Hey, ¿aún estás de malas con Hyunjin? —inquirió Bin.

Ah claro, según yo, Jeongin y Seungmin eran los únicos que estaban enterados de lo que pasó.

—La última vez que lo vi fue en la fiesta de sus papás pero no hablamos.

—Ah, con razón el tipo está insoportable. Si no anda triste y callado, anda irritado y de enojón.

—No creo que tenga que ver conmigo.

—Oh, por supuesto que es por ti, él nos contó lo que pasó y se disculpó con Jeongin. Casi se le sale el corazón cuando le contamos lo que te pasó esa noche que estuviste en el hospital.

Si fuera tu Chica ; Hwang Hyunjin Where stories live. Discover now