14.

6.2K 702 431
                                    

Sí que eras muy puntal, me esperaste exactamente a las tres con treinta en el punto donde quedamos vernos. Decidimos ir a la plaza comercial ya que así sería menos complicado encontrar un lugar donde comer y entretenernos al mismo tiempo.

No iba a mentir, me sentía muy emocionada y nerviosa al mismo tiempo.

Estábamos juntos en la fila para poder ordenar y pude sentirte muy cerca de mí, demasiado, por lo que volteé a verte y me di cuenta que observabas al chico detrás de nosotros con una expresión muy seria, hasta podría jurar que estabas molesto.

—¿Qué tanto la ves? —te oí decir con enojo y el muchacho reaccionó retrocediendo un poco.

—¿Disculpa?

—Te pregunto qué tanto la ves.

—¿De qué estás hablando? —chasqueó la lengua con fastidio.

—La estás mirando mucho y de forma obscena y si no te detienes...

—Yo no estoy haciendo tal cosa.

—¿Ah no? Llevo rato mirándote y me parece que sí.

—Ya, perdón, no sabía que era tu novia.

—No se trata de si es mi novia, es una mujer y la respetas. —sacaste las manos de tus bolsillos y te giraste por completo para encarar al tipo.

—Hyunjin, no es necesario... —sostuve tu brazo. Lo que menos quería era que te metieras en un pleito.

—Tranquilo amigo, no quiero problemas. —el desconocido alzó las manos en defensa.

—No parece porque lo que estás haciendo se llama acoso y te puede ir muy mal si continúas haciéndolo.

—Está bien, lo siento, lo siento. Disculpa si te ofendí. —repitió con rapidez y dirigiéndose a mí mientras retrocedía aún más.

Lo último que hiciste fue darle una mala mirada y te giraste nuevamente hacia a mí.

—¿Estás bien? —te inclínaste un poco; tu rostro y voz dieron un cambio drástico, suavizando por completo y ahora me veías preocupado.

—Sí, ni siquiera me di cuenta. No tenías qué, el tipo se veía asustado.

—Sí tenía qué, te estaba faltando el respeto. Si quieres puedes ir a sentarte y yo ordeno. —sonreíste con dulzura mientras colocabas parte de mi cabello detrás de mi oreja.

Mi corazón se aceleró al instante, apostaría a que mis pupilas estaban totalmente dilatadas y pude sentir cómo mis mejillas comenzaban a arder gracias a esa pequeña acción tuya.

—Aah... claro —giré mi rostro con una pequeña sonrisa nerviosa—. Te espero allá. —me retiré a la mesa más cercana y solté todo el aire que retenía.

¿Por qué me hacías eso? Me provocabas tantas emociones con un simple gesto y no estaba bien porque yo ni siquiera te gustaba. Regresaste luego de unos minutos con una bandeja donde cargabas nuestra comida y te sentaste frente a mí.

—Olvidé preguntar qué querías así que pedí lo mismo para los dos, ¿está bien?

—Claro que sí, no hay ningún problema.

Mientras comíamos me di cuenta que no dejabas de mirarme, pese a que lo hacías con disimulo, y eso me ponía más inquieta; ¿tenía algo en el rostro? ¿mi cabello estaba desordenado? O peor aún ¿una mezcla de los dos? Procuré ignorarlo y continué comiendo.

Más tarde nos entretuvimos en las máquinas de juegos, teniendo pequeñas competencias entre nosotros y usando nuestras fichas en prácticamente todas. Recorrimos el área y nos topamos con aquella popular zona llamada lasertag donde básicamente se jugaba a "las traes" pero con armas láser. Felix, Changbin y yo deseábamos entrar pero no podíamos al ser sólo tres.

Si fuera tu Chica ; Hwang Hyunjin Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz