36.

4.6K 509 413
                                    

—¿Qué se traen entre manos ustedes? —Minho ingresó a la cocina y apoyó los codos en la barra, mirándonos con recelo.

—Vamos a preparar galletas.

—Y brownies. —completó Felix.

—¿Cómo por?

—Porque... —alargué, buscando alguna excusa que no fuera la verdad, pero sabía que mentir no serviría de nada— Vamos a venderlas para poder comprarle un regalo a Hyunjin.

—Ya veo... —asintió entre una pausa— Pues olvídense que usarán mi cocina para eso.

—¡Minho! —soltamos al unísono, seguido de nuestra risa.

—¿Necesitan que se los repita? —elevó una ceja— ¿Regalo de qué?

—De cumpleaños.

—¿Qué acaso es tu novio para que andes comprándole obsequios?

—... ¿No es obvio que sí? —musité algo temerosa de su reacción.

—¿Lo es? —inquirió con una mirada curiosa.

—¿Tiene algo de malo?

—En realidad ya me lo esperaba.

—¿Y no te enoja?

—No, desde que lo golpeé se me quito la riña que sentía —respondió en tono desdeñoso y erguió su espalda—. Bueno, cuidadito dejan algún desorden o se las verán conmigo. Voy a descansar.

—Entendido.

Cuando Minho se retiró, Felix me miró con una sonrisa incrédula, pues los dos creíamos que se molestaría y me regañaría al oír la verdad.

—Se lo tomó mejor de lo que creí. —comentó el australiano.

—¡Eso no significa que me caiga bien, ¿okay?! —vociferó desde la sala, a lo que Felix y yo reímos sonoramente.

(...)

No sabía con exactitud porqué, pero nuestros compañeros adoraban los postres de Felix y gracias a eso se nos hizo fácil vender la primer tanda de galletas y brownies, no obstante, aún teníamos que preparar más para llegar a la meta; en resumen, necesitaba cerca de ₩106,000 (aprox. 90 dólares) para conseguir el regalo.

Unos minutos antes de que mi receso terminara, fui a mi casillero para guardar el dinero recolectado por el momento y aproveché a tomar los útiles necesarios para la próxima clase.

—Hey, bonita. —escuché una voz a mis espaldas que no reconocí, entonces me giré y observé al chico frente a mí, su rostro se me hacía familiar pero no lograba recordar de dónde.

Ah, era ese chico engreído del equipo, el busca-pleitos. ¿Quién le dio la confianza para llamarme así? No me agradaba en lo absoluto ya que siempre actuaba muy soberbio frente a Hyunjin en las prácticas, pero le pedí que lo ignorara para evitar roces.

—¿Se te ofrece algo?

—Oh, nada. Te vi solita y quise acercarme.

—Mhm, pues que mal porque voy a clase. —mentí, aún tenía unos minutos libre.

—Te acompaño.

—No lo necesito.

—¿Se enoja Hyunjin?

—¿No te molestarías tú al ver tu novia con algún desconocido?

—No soy ningún desconocido, además, sólo me molestaría si fuera un tipo inseguro de mí mismo.

Si fuera tu Chica ; Hwang Hyunjin Where stories live. Discover now