Si fuera tu Chica ; Hwang Hyunjin

12.

—Disculpa, ¿qué haces escuchando una conversación ajena? —elevaste una ceja—. Con todo respeto, tú y yo no tenemos nada que ver ya, así que no te debo ninguna explicación.

Sin permitir que Gaeul respondiera, me llevaste lejos de ella pero esta vez sostenías mi mano. ¡Genial! Creo que me he metido en un pleito.

—Hyunjin, alto... —me detuve en seco una vez que estuvimos lejos del resto y solté tu mano— Te dije que no quiero ningún tipo de problema con nadie, así que será mejor que ya no...

—No... —una vez más atrapaste mi mano y tu mirada cambió por una afligida— ¿Qué tiene de malo? En primera, tú y yo somos sólo amigos y en segunda, Gaeul y yo no tenemos nada, ¿qué importa ya?

—¿Y qué hay de mí? No quiero ser la protagonista de las conversaciones que Gaeul tiene con sus amigas, no quiero ser el blanco de sus malas miradas o burlas.

—Pero es que... —echaste tu cabeza hacia atrás con desesperación— Escucha, eres la única chica que me ha ofrecido su amistad y que me ha demostrado que realmente le importo no sólo por ser una cara bonita y aprecio mucho el tiempo que compartimos. ¿Ahora entiendes porqué me siento bien contigo? No quiero que te alejes de mí.

—Pero Hyunjin...

—La razón por la que mantengo mi lista de amigos corta es porque no todos son honestos; las chicas se me acercan para coquetear y los chicos lo hacen para conseguir citas. Felix, Changbin y tú son increíbles y me gustaría pasar más tiempo con ustedes, pero comprendo tu preocupación, así que si no quieres... —y te interrumpí antes que siguieras.

Me sentí tan conmovida con tu confesión que lo demás dejó de importarme.

—Ya entendí —no supe en que momento te envolví entre mis brazos pero me alegró sentir cómo me correspondiste de la misma forma—. Créeme que no me he acercado a ti por ser una cara bonita, sino porque eres una excelente persona y realmente me importas, Hyunjin.

Por supuesto que me gustabas mucho, pero al conocerte más a fondo me di cuenta que tener tu amistad ya era un gran triunfo para mí y que pensaras así de mí me hacía muy feliz.

(...)

—¿Estás aburrida? —preguntaste, arrancando unas hebras de pasto.

Nos habíamos alejado de todo el bullicio y ahora nos encontrábamos en el jardín botánico de la institución, sentados en el pasto y recargados contra un árbol.

—Para nada —respondí con los ojos cerrados—. El ruido y la música me tenían harta.

—No te gusta el ruido pero tus mejores amigos son Felix y Changbin... interesante.

—Son la excepción. —reí. Eran tan caóticos pero adoraba pasar tiempo con ellos.

—¿No crees que te estén buscando?

—Ya me hubiesen llamado.

Si supieras que dejarnos solos era su mayor plan.

—Tienes razón —colocaste un mechón de cabello detrás de tu oreja. Dios, amaba tu cabello y sólo deseaba poder correr mis dedos entre él—. Estoy muy cansado. —suspiraste y te echaste sobre mi hombro.

Y otra vez estabas de atrevido.

—Claro que puedes usarme cómo almohada. —reí y tanteé tu mejilla con suavidad.

—Quiero pedirte disculpas de antemano por si te causo algún problema, pero si Gaeul te dice algo, no dudes en contarme.

—Está bien, no le tengo miedo.