35.

5.7K 546 387
                                    

Con el paso de los días, tu cumpleaños se acercaba, Hyunjin, y tenía el regalo perfecto en mente, sin embargo, no tenía ni un mísero centavo para conseguirlo y debía encontrar una solución lo más pronto posible.

Días atrás fui a casa de mis papás porque necesitaba dinero para visitar un doctor y cuando me presenté a la cita, resultó que estaba sufriendo de estrés; o sea que fui a gastar dinero al médico sólo para que me dijeran que estaba fatigada y debía reposar.

Esa mañana me encontraba en la cafetería junto a Felix solamente, ya que Changbin no podría asistir a clases por estar ocupado. Felix me contaba que ambos participarían en otra de las presentaciones de Minho y yo lo oía atenta, amaba ver como su carita se iluminaba al hablar de ello.

—Ah no, no te la puedes llevar, está conmigo. —soltó de repente y caí en cuenta de que estabas detrás de mí, Hyunjin.

—No vengo para llevármela —me miraste mientras acariciabas disimuladamente mi cabello—. ¿Te quedas conmigo después de clases?

—Claro.

—Estaré en la biblioteca.

—Me mandas un mensaje cuando estés ahí.

—De acuerdo. Entonces nos vemos luego. —besaste mi frente antes de marcharte.

—Qué lindos tórtolos. —entonó el australiano con voz aguda, cosa que me causó gracia.

—Ya se viene su cumpleaños y no tengo para comprarle algo —me lamenté mientras apoyaba mi frente en la mesa—. Necesito trabajar aunque sea por una semana, ¿pero dónde?

—¿Y si hacemos galletas y brownies para vender? Tengo muchos compañeros que siempre me piden, podríamos aprovechar.

—Felix, esa es una maravillosa idea. —erguí fugazmente mi postura con una enorme sonrisa.

(...)

Al final del día me reuní con Hyunjin como acordamos, según sólo quería mi compañía para hacer una tarea, entonces me ofrecí a ayudarle ya que parecía tenerla difícil, además de que se distraía con nada.

—¡Hey, ojos en el libro! —chasqueé los dedos.

—Estoy cansado, esto es muy difícil.

—No lo sería si te concentraras. —tanteé tu mejilla con suavidad.

—Si me das un besito, prometo concentrarme.

Me provocaba mucha ternura cuando me pedías alguna muestra de cariño y accedí sin ningún problema ya que prácticamente éramos los únicos ahí junto a otro grupo de alumnos que estaban algo lejos.

—Ahora continúa que estás a nada de terminar.

—Okay, ¿y podemos ir por un helado después?

—Sí, Hyunjin. —reí en silencio, parecías un niño.

Después de estar casi media hora batallando para que completaras tu tarea, por fin salimos de la biblioteca.

Cerca de mi casa había un quiosco de helados caseros y acordamos ir a allí. Cuando llegamos, me encargué de traer el helado mientras Hyunjin se acomodó en una de las mesas en las afueras del local, para nuestra fortuna el lugar estaba casi vacío. Los señores, dueños del establecimiento, me saludaron muy alegres pues los conocía desde que Minho y yo nos mudamos a esa zona, ya que éramos clientes frecuentes.

Pedí un helado singular sabor vainilla con frutos rojos y nueces para que los dos compartiéramos de este mismo y regresé a la mesa cuando me entregaron la orden. Pese a que estaba ida degustando el helado, te pillé mirándome atento otra vez.

Si fuera tu Chica ; Hwang Hyunjin Where stories live. Discover now