01.

19.8K 1K 494
                                    

Hyunjin, escuché que estabas enfermo, lo más extraño fue que cuando oí eso de tu novia parecía no importarle en lo absoluto, lo dijo con tanto desinterés que juro haber creído que no le importabas.

Quería saber cómo estabas, de alguna forma me preocupaba tu estado de salud y por ende me la pasé prácticamente toda la mañana pensando en ti, qué novedad.

¿Debería visitarte? Qué locura, ni siquiera tengo valor de regresarte una mirada, mucho menos lo tendré para darte una visita. No me aterra estar cerca de ti, me aterra estar sola contigo.

Al menos no paso desapercibida y sabes de mi existencia, no soy invisible para ti. Siempre mencionas los buena que soy cuando te ayudo en algo y aveces lo devuelves ayudándome también; así que no se te haría extraño si te visitara... ¿No?

¿Pero y si tu novia también tenía planeado visitarte? Me sentiría ridícula así que preferiría no hacerlo, aunque la manera en la que se expresó sobre ti fue muy desdeñosa y me pone a dudar en si lo hará o no, ugh, ¿por qué nunca puedo ser sensata al momento de tomar decisiones?

Las primeras clases ya habían finalizado. Tomaba mis cosas para ir hacia la cafetería cuando escuché a tu novia hablar con sus amigas.

—¿En serio no irás a verlo? —la voz de una de ellas sobresalió.

—¿Para qué? —contestó ella, sin importancia alguna.

—Es tu novio, ¿cómo puedes ser así? El pobre debe estar muy enfermo y seguro quiere verte.

—Pues deberá aguantarse porqué yo tengo cosas que hacer. —dicho eso comenzaron a caminar.

No me desagradaba porqué fuera tu novia, si no porqué no demostraba que le importabas y prefería poner otras cosas o personas por delante de ti, algunas ni siquiera se merecían ese lugar pero ella así lo prefería.

Hyunjin, si yo fuera tu chica ahora mismo te estaría cuidando si importar que me ganara un regaño por faltar a clases.

(...)

Me dirigía a tu casa, ¡iría a verte! Mentiría si digo que mi corazón no estaba a punto de salir y mis manos sudaban al punto que comenzaba a molestarme. Te llevaba un té de vainilla y caramelo, tal vez te haría sentir mejor. Pensaba en las palabras que te diría al momento de verte, estaba muy segura que estas no saldrían claramente pero al menos intentaría no ser tan obvia con respecto a lo que causabas en mí.

Me detuve frente a la puerta de tu casa. En mi mente pasó la loca idea de salir corriendo y dejarlo todo pero realmente quería verte Hyunjin, así que tomé valor y di dos toques lo suficientemente fuertes como para que tu madre abriera sin necesidad de más.

Me congelé al momento de verla. Ella me sonrió cálidamente, lo que me tranquilizó de gran manera.

—Hola cariño, ¿qué se te ofrece?

—Vengo a ver a Hyunjin, escuché que está enfermo. ¿Se puede? —articulé cómo pude. Los nervios siempre eran más grandes que yo.

—Oh, pasa —se hizo a un lado. Pasé emitiendo un "permiso"—. Está en su habitación, espero y se encuentre mejor, hace unos minutos estaba ardiendo en calentura. Déjame guiarte y así aprovecho para chequearlo.

Pasamos por un pasillo no muy largo, en las paredes colgaban fotos tuyas y de tus padres, al parecer eras hijo único. Yo iba detrás hasta que la mujer se detuvo, por poco y chocaba contra ella por estar husmeando.

Tocó la puerta y pasó, te informó que tenías visita y, al momento que colocaste tus ojos sobre mí, los nervios saltaron nuevamente. Tu madre te chequeó y luego de eso nos dejó solos. Ahora sí que estaba a punto de morir.

—Hola. —fue lo único que logré decir.

Soné tan patética que grité mentalmente.

—Hola. —parecías ¿sorprendido? Bueno, supongo que no esperabas mi visita.

—Escuché que estabas enfermo y quise venir a verte. —sentí mis mejillas arder.

—Todos se han dignado en venir a verme excepto ella. —mencionaste en voz baja, pero lo pude escuchar perfectamente. Un silencio realmente corto, pero abrumador, inundó la habitación después de aquello.

—Te traje un té de vainilla, espero te haga sentir mejor o al menos te suba el ánimo. —rayos, no podía mencionar una palabra sin sentir ese calor en mi rostro.

Te entregué aquella bebida de una manera torpe, quería golpearme a mí misma por no poder controlarme.

—Muchas gracias —sonreíste tomándolo—. Es extraño que hayas venido a verme, ¿por qué? Si no te molesta responder.

—Ehh, bueno, tú me ayudas mucho cuando lo necesito y quise venir para saber cómo te encontrabas. Tú... eres una muy buena persona. —admití mirando hacia el suelo.

No respondiste nada por lo que opté por levantar levemente la mirada, topándome con una linda sonrisa asomándose por tu rostro.

—Aprecio mucho el que hayas venido —aquella sonrisa que no borrabas no hacía más que derretirme por dentro—, y gracias por el té, está delicioso. —diste otro sorbo.

—Por nada. —mordí mi labio con disimulo, tratando de no gritar.

Luego de eso me invitaste a sentarme sobre tu cama y así poder platicar, cosa a la que me negué y decidí hablarte mientras estaba de pie. Y por primera vez, desde que te conocí, nuestra plática no era sobre alguna materia o algún tema que no habíamos entendido, hablábamos de nosotros. Sentía que estabas interesado en mí, aunque no fuese cierto o de la manera en que yo quisiera, pero de alguna forma aquello me hacía sentir bien.

Tu fiebre aún continuaba por lo que debías estar colocandote ese pañuelo húmedo y enfriarlo cada vez que tu temperatura regulara la de este. Me ofrecí a ayudarte con ello sin pensarlo más de una vez.

Desde ese día nos volvimos más cercanos y yo me sentía feliz de estar contigo, de ayudarte y haberte sacado de un terrible aburrimiento, cómo tú lo habías mencionado.

Y fue ahí donde me di cuenta que esa era sólo una de las tantas cosas que haría si fuera tu chica, Hwang Hyunjin.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
[N/A]
Quiero aclarar algo y es que la protagonista no tiene nombre, y tampoco existe rayita (___).

No todos los personajes están basados en idols (especialmente los personajes femeninos).

Si fuera tu Chica ; Hwang Hyunjin Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora