— Creí que me mataría — comentó el joven.

— Se puso a gritar apenas verme, ni siquiera había hablado — se defendió Sovieshu al ver la mirada que le dedicaba la princesa.

— ¡Traía una espada! — exclamó en defensa Thiago.

— Siempre llevo una, en especial cuando salgo del palacio.

— ¿Palacio? — preguntó con temor el joven.

— Es el Emperador, creí que lo sabías, fuiste tú quien buscó los periódicos — dijo confundida Francesca mientras se cruzaba de brazos.

— Si... Bueno, no me quedé más de lo debido y en los periódicos no aparecía el Emperador, yo solo busqué los relacionados con Lady Amira — se encojio de hombro el de cabellos castaños. — oh no, le grité Su majestad, perdone mi vida — rogó mientras gateaba hasta el hombre, el cual no sabía cómo reaccionar ante eso.

Amira, en cambio, se rió con libertad, le parecía muy divertido como es que el chico cambiaba de actitud repentinamente.

— Tranquilo, él no te hará nada, ¿Verdad? — el Emperador asintió — ¿Ves? Todo estará bien — lo tranquilizó.

El chico suspiró aliviado para después  agarrar la mano de la menor y besarla, Sovieshu al ver eso frunció el ceño, no le gustó para nada la escena.

Thiago soltó la mano de la joven con delicadeza y se puso de pie para después acercarse a la joven que cuidó por semanas, él en verdad la llegó a considerar una amiga.

— ¿Ella podrá quedarse en el palacio? — le preguntó Amira a su amante, este asintió inmediatamente.

— Claro, incluso haré que los mejores médicos la atiendan cómo es debido — la rubia sonrió complacida.

— Te irás con ellos, es momento de que me despida, me alegra saber que encontraste a los tuyos — le dijo el castaño a Francesca.

Amira escuchó eso y bajó la mirada, no conocía de la vida de quienes salvaron a su casi hermana, y quería pagarles de alguna manera, quería mostrarles su agradecimiento.

— Ven al palacio, el Conde Philips querrá conocer a quien salvó a su sobrina — interrumpió el emperador mientras posaba su mano en la espalda de la rubia.

— ¿Ir al palacio? Dios... Eso sería un sueño, claro que iré — aceptó el chico con emoción, queria presumirle a su padre que pudo pisar el palacio imperial.

— Perfecto, ¿Sabes andar a caballo?

• • •

— No quiero morir, no quiero morir, no quiero morir — repetia Thiago mientras se aferraba a la joven castaña, esta se quejó levemente por las punzadas de dolor.

— ¡No seas un miedoso! — regañó Francesca mientras golpeaba una mano del chico. — ni siquieras vamos rápido — murmuró mientras acariciaba al caballo, el cual iba a paso lento.

— Mi prima sigue herida, quizás debí ser yo quien fuera con Thiago — le comentó Amira a Sovieshu mientras apoyaba su cabeza en el pecho de él.

— No estoy loco como para dejar que fueras con él, me molestaría mucho ver que se aferrara a ti — confesó el pelinegro mientras aferraba a la chica a él. — solo yo puedo hacerlo — le susurró causando un sonrojo en el rostro de la menor.

"Si sigue así se darán cuenta de nuestra relación más rápido de lo que creí" pensó la princesa mientras volvía a poner su mirada al frente con un poco de pena, cosa que divirtió al mayor.

Lost princess » [Sovieshu]Where stories live. Discover now