Los Recuerdos De Inej [Inej Ghafa X Kaz Brekker] [Editando]

20 (capítulo final)

El silencio no era incómodo, pero tenían demasiado que pensar para ocuparse de rellenar un silencio que no necesitaba ser ocupado.

Tal vez por eso se quedaron dormidos.

Durante la noche Kaz se había movido hasta quedarse en su lado de la cama, no intentaba alejarse de Inej, pero su pierna requería espacio. La noche anterior la había forzado lo suficiente para estar removiéndose constantemente en busca de la posición adecuada.

Inej no se despertó por eso, en las últimas semanas se había acostumbrado al constante movimiento de Kaz por las noches. No le importaba, solo se quedaba en su lado de la cama y trataba de descansar, solía tener el sueño más pesado cuando se quedaba con él.

Ese día solo se levantó por la luz de las ventanas que se filtraba por las cortinas, Inej se recordó que debía pedirle a Bulla que pusiera unas más gruesas, aún tenían varios días por delante antes de partir y no quería seguir despertando cegada por la luz.

Era simplemente molesto.

Una de las cosas que no extrañaba de Ketterdam es que el clima siempre parecía estar lúgubre, y en Novyi Zem todo era asquerosamente colorido y alegre.

Kaz estaba a su lado, tenía la cabeza ligeramente inclinada hacia ella y los labios un poco abiertos. Estaba cansado, no había podido dormir la noche anterior, Inej no sabía cuánto había tardado en encontrar la posición adecuada pero sospechaba que había sido más tiempo del que hubiese querido.

Inej se levantó con cuidado, no quería despertarlo. Se sujeto las sábanas contra el pecho, seguía desnuda y comenzaba a incomodarse. Trató de respirar profundo, cerrar los ojos y alejar todas las lágrimas que se estaban acumulando en sus lagrimales.

Estaba bien, tenía que recordarse eso. Había estado con Kaz. Kaz. Kaz. Kaz. El hombre que amaba, no necesitaba pensar en nada más.

Se colocó una bata y fue a la ventana, respiró profundo y cerró los ojos de nuevo, le llevó mucho tiempo calmarse.

Había superado una noche con Kaz, lo había estado deseando; podía despertar junto a él sin acabar llorando, joder había deseado que eso pasara por semanas, incluso meses. Y no era la primera vez que dormían juntos, lo que pasó fue que la distancia se redujo a nada.

Kaz se levantó, corrió al baño y se encerró allí por varios minutos. Inej se quedó donde estaba, sabía por lo que estaba pasando ya que ella estaba igual o más ansiosa que él. Sabía lo que pasaba al otro lado de la puerta, Kaz estaría temblando e incluso vomitando. No necesitaba ser tocado, no necesitaba ser visto en ese momento de debilidad, no por ella.

Esperaba que no se desmayara. No sabía que haría si fuese así, sobre todo porque escuchó que corrió el pestillo de la puerta. ¿Qué haría Inej si perdía el control? Tumbar la puerta era la opción obvia, pero no quería pensar en ello. Perdía el control sobre sus pensamientos, divagaba.

Se enredó aún más en la bata para alejar el frío, escondió las manos dentro de las mangas para que él no viese que estaba temblando cuando saliera del baño.

—¿Inej? ¿Estás bien?

Kaz estaba de pie en la puerta del baño, tenía el rostro y el torso empapados. Estaba pálido.

—¿Tú estás bien?

—Lo estaré.

—Lo estaremos.

El paisaje al otro lado de la ventana no los hizo sentir mejor, el exceso de colores desentonaba con el exceso de frío que hacía por aquella época. Inej no se giró a ver a Kaz hasta que lo escuchó gruñir.