13

588 45 1
                                    

Jesper estaba sentado junto a su cama cuando Inej despertó, jugaba con una moneda rodeándola con los nudillos. Aunque sentía el cuerpo pesado, acalambrado y tembloroso ya no dolía.

—¿Jesper? —El chico dejó caer la moneda y se lanzó hacia su cama con una enorme sonrisa. —¿Jesper, eres tú?

—Sí, sí. Claro que soy yo.

—¿No es un sueño?

—No. Ya no más sueños, ni dolores, ni nada de eso de ponerte en coma. Estuviste quejándote mucho cada vez que te dormíamos.

Inej seguía confundida, se sentó inspeccionando la habitación. Conocía aquel lugar, era su cuarto en la mansión Van Eck.

—Estoy en Ketterdam.

—Llegamos esta mañana.

—¿Qué demonios pasó? No lo entiendo.

Los esclavistas estaban preparados por si Inej aparecía, llevaron cuatro Mortificadores con ellos porque sabían que ella no llevaba otros Grisha aparte de los vendavales y los agitamareas. Murieron 7 miembros de su tripulación en el ataque.

Inej fue atacada por un Mortificador bajo la influencia de la jurda parem, o al menos una de las múltiples versiones que estaban rodando en el mercado desde que Kewui estaba en Ravka, solo había bastado un movimiento de muñeca para dejarla agonizando por días; rompió muchos de sus huesos, lastimó casi todos sus órganos y detuvo su corazón por algunos segundos. La única razón por la que está viva es porque un Mortificador puso todo su empeño en mantenerla así.

Silas Have fue reclutado por el esclavista para cuidar su barco de los piratas, inconforme con lo que estaba haciendo su empleador se propuso abandonar ese trabajo una vez llegaran a Ketterdam.

Él no usaba parem. No era un sanador, apenas sabía cómo mantener un corazón latiendo. Se enfrentó todo lo que pudo al otro Mortificador hasta que Specht apareció a su espalda y le cortó el cuello.

Silas mantuvo a Inej estable trabajando con ella día y noche sin descanso. Estaban a cuatro días de Ketterdam, solo necesitaban tiempo hasta encontrar un verdadero Sanador, como mínimo un Medik.

Cuando estaban a un día de la ciudad Specht envió a un agitamareas y un vendaval en un bote con un mensaje para Kaz.

—O sea que no fue un sueño. Él si estaba conmigo.

—Sí, claro que estuvo ahí. Inej trata de no salir herida, Kaz se vuelve un poco más despiadado de lo que se necesita. —Jesper se rascó la cabeza agotado. —Básicamente, secuestramos una Sanadora de la embajada ravkana. Tomamos el bote de regreso al Espectro tan rápido como pudimos. Agonizabas cuando te encontramos, cuando la Sanadora se hizo cargo Silas se desmayó de agotamiento.

»Te mantuvimos dormida todo lo que pudimos pero eres testaurada, insistías en despertar y ponías las cosas aún más complicadas para la sanadora. Gritabas el nombre de Kaz, Nina, Wylan… me llamabas. Fue horrible verte de esa forma, Inej.

—¿Dónde está, Kaz?

—En el Listón. Se llevó lo que quedó de la tripulación del esclavista, los está… interrogando.

—Torturando.

—Es cuestión de semántica. —Jesper se encogió de hombros. —Está intentando averiguar quién te vendió.

—¿De qué hablas?

—Fue de lo primero que se quejó el capitán, que la información había sido falsa. No sabemos a que información se refería. Pero alguien te vendió y… siendo honesto, no sé qué hará Kaz cuando lo descubra.

Los Recuerdos De Inej [Inej Ghafa X Kaz Brekker] [Editando] Where stories live. Discover now