1 [Editado]

1K 66 11
                                    

Capítulo I

"yo soy la clase de cabrón que solo fabrican en el Barril"
Kaz Brekker, Six of Crows

Cuando Inej Ghafa surcó los mares cazando esclavistas pensó que sería algo un poco más simple, sabía que  sería un trabajo duro pero uno que estaba ansiosa por hacer. En esa ocasión no le importaba ensuciarse un poco las manos si iba a evitar que otra chica inocente sufriera el mismo destino que ella.

Sus años en el Barril la habían endurecido. Conocía la muerte, el dolor y la impotencia que provocaban  las despiadada calles de Ketterdam. Sabía mejor que nadie el destino que le deparaba a los jóvenes que eran secuestrados por los esclavistas, y ella se encargaría de ser la pesadilla de todos ellos. Había aprendido buenos trucos en Ketterdam e iba a ponerlos en práctica.

Lo único con lo que no contaba era con los recuerdos que aparecían cada noche. Al poner su cabeza en la improvisada cama que su tripulación había hecho para ella, los recuerdos acudían con mayor fuerza. Después de todo el Barril se convirtió en su hogar, y todas las personas que estaban allí.

Cada noche hacía un viaje en el tiempo a momentos muy específicos de su vida, todos relacionados con la persona que más añoraba y que más deseaba dejar atrás.

Inej había tenido suerte. Había pasado su primer año en Ketterdam intentando ser invisible, haciendo todo lo que podía para mantenerse alejada de los clientes de Heleen; en ese aspecto no había sido suertuda, eso cambió cuando Kaz Brekker entró a La Reserva por un poco de información.

Heleen le había dado un descanso para que recuperará la compostura después de una paliza, si algún cliente se interesaba en ella en su tiempo libre eso no la exentaba de cumplir con su "obligación". Así que luchó por permanecer invisible cuando lo vió.

Brekker era famoso entre las chicas de la Reserva, iba allí a menudo pero jamás por el placer que podían ofrecer, no había chica que pudiese con ese demonio sin importar cuanto se esforzarán en coquetear con él. Heleen les había advertido que mantener a Kaz Brekker feliz podía conducirlas a un par de beneficios extras. La verdad es que no quería tener a Manos Sucias de enemigo, aunque eso no le impedía despotricar contra él apenas salía de su vista.

—Sí alguna de ustedes señoritas es capaz de atraer al Bastardo del Barril a su cama —Soltó una risa burlona—me aseguraré de que sean bien recompensadas.

Lo que las chicas llamaban la caza de Brekker llegó a su fin cuando Allyn intentó tocarlo. Solo bastó una mirada para que a todas las interesadas en el premio entendieran que él no estaba allí por ninguna de ellas, que no tenía interés en la diversión que podía ofrecer la Reserva.

Kaz Brekker era demasiado intimidante, demasiado misterioso. Inej no pudo evitar en interesarse en él, pero no para llevarlo a su cama. Ya tenía demasiados clientes que complacer, no necesitaba otras manos sobre ellas. Su curiosidad la llevó a espiar una de sus reuniones con Heleen. Si el chico no estaba allí por diversión, ¿a qué iba a reunirse con Tante Heleen al menos una vez a la semana?

La habilidad de Inej para desaparecer, para dejar de ser el centro de atención era algo que podía serle de utilidad la mayor parte del tiempo. Ese día no fue lo contrario cuando se enteró de los negocios que tenía Kaz con el pavo real. Él buscaba información y ella tenía mucho de eso, pasaba gran parte de su tiempo escuchando las conversaciones a su alrededor. Era una forma de distraerse cuando empezaban a tocarla, besarla... cuando ellos se avalanzaban hacia Inej.

Los Recuerdos De Inej [Inej Ghafa X Kaz Brekker] [Editando] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora